Durante las jornadas del lunes y este martes, el número 41 de la avenida de Oza, que vivió en los últimos meses varios episodios de problemas de seguridad relacionados con la okupación del cuarto piso –ya desalojado–, sorprendió a los vecinos con movimientos en su interior. Se trataba de labores de limpieza por parte de unos trabajadores que, hasta la tarde de hoy, vaciaron el interior. 

Calculan que recogieron unas cuatro toneladas de basura acumulada por los okupas. Estos trabajos están motivados por la futura reforma que la propiedad del inmueble va a ejecutar, en la que se incluye la instalación de un ascensor. En las próximas semanas se cerrará el acceso al edificio.