Para todo hay una primera pero también una última vez. Eso es lo que esperan los vecinos de Matogrande, barrio protagonista de un violento altercado la noche del pasado sábado, cuando la Policía Local y la Nacional se vieron obligadas a actuar en un establecimiento de ocio nocturno. El resultado: cuatro agentes con heridas leves y cinco detenidos. Además de la publicación en redes sociales de unos vídeos de los hechos que han circulado por la ciudad y que constituyen un ejemplo más de una situación que, según indican desde la Asociación de Vecinos de Matogrande, esperan que sea un “punto y aparte”.
Y es que esta problemática coyuntura es de todo menos reciente. Según explica María Salgado, la presidenta de la asociación vecinal, el local implicado lleva causando problemas en el barrio desde hace años. Denuncia así que habitualmente no solo no se respetan los horarios de apertura en este establecimiento, sino que tampoco ciertas normas básicas de convivencia: de escuchar y presenciar gritos o peleas entre algunos de los clientes a encontrarse con restos de vómitos o pis por la mañana, los vecinos se han acostumbrado a que la zona aledaña al recinto sea un punto caliente en la noche del barrio.
Así, manifiesta que incluso los taxistas evitan los fines de semana acercarse al barrio hasta entrado el mediodía para evitar los problemas que causan algunos de los clientes al abandonar el local a horas tan tardías como las 10.00 o las 11.00. Una situación que viven desde hace “cinco o seis años” e independientemente de quien sea el dueño del local.
De hecho, asegura que recientemente, en noviembre de 2024, ya ocurrió otro suceso de gravedad como el de este pasado fin de semana. En aquella ocasión se trató de una pelea de varios individuos en la calle Enrique Mariñas, a la altura del hotel Attica, que se saldó sin detenidos. No obstante, los vecinos informaron que se podía ver en las aceras algún pequeño charco de sangre como resultado de la trifulca. Sin embargo, Salgado cree que lo de este fin de semana “supera todas las expectativas” ya que, si bien hasta ahora había ocasionalmente peleas entre clientes, la escalada ha terminado desembocando en los cuatro agentes heridos y los detenidos. Por tanto, espera que sea “un punto y aparte”.
Si bien Salgado asegura que “no es sencillo” y que los vecinos saben de buena mano que no hay “dejadez” por parte de la Policía Local ya que “todos los fines de semana” se acaba acercando alguna patrulla, manifiesta que los residentes del barrio albergan la esperanza de que esta sea la última vez que Matogrande protagoniza esta clase de noticias. Ellos, mientras tanto, seguirán “al pie del cañón” ayudando en lo posible.
Los hechos sucedieron alrededor de las 05.00 de la madrugada en la noche del sábado para el domingo. Según fuentes policiales, una patrulla que pasaba por la calle Enrique Mariñas detectó que el establecimiento aún estaba abierto pese a que ya pasaba la hora determinada para su cierre.
Así, los agentes procedieron a su desalojo, lo que derivó en una situación de tensión ante la negativa de algunos clientes. Uno de ellos habría ofrecido resistencia y habría agredido a uno de los agentes, lo que obligó a sus compañeros a reducirlo. Los ánimos en el exterior del recinto se fueron caldeando, y algunos de los presentes comenzaron a arrojar objetos a los policías, que se agruparon para evitar que se les aproximasen las personas presentes.
La tensión llegó hasta tal punto que tuvieron que utilizar sus porras para dispersar a la gente. A su vez, varios de ellos fueron alcanzados por los objetos que les lanzaban. Finalmente, arrestaron a las cinco personas que más resistencia opusieron, y tanto estos individuos como los agentes heridos fueron llevados a un centro médico para presentar acta de lesiones. Ninguno presentaba heridas graves.