Los vecinos de Matogrande solicitarán esta semana, mediante un escrito remitido al Ayuntamiento, que el barrio sea considerado “zona de exclusión” de terrazas debido a la dificultad de los residentes para encontrar aparcamiento a día de hoy.
Según explica el presidente de la entidad vecinal, Esteban Velasco, “tenemos cuatro o cinco calles principales, porque es un barrio pequeño, pero en estos pocos metros cuadrados albergamos un colegio, un centro de salud, dos residencias de ancianos y la Dirección Provincial de A Coruña del Instituto Nacional de Seguridad Social, por lo que realmente no hay sitio para los residentes para poder aparcar”.
Varios establecimientos de este distrito solicitaron poder ganar espacio en la calzada para sus terrazas tras la modificación de la ordenanza que se hizo pública el pasado mes de noviembre tras el fin del estado de emergencia sanitaria. “Están quitando plazas y no tenemos opciones para comprar ni alquilar en garajes, ya que todos están completos. Hay un párking pero siempre está lleno, ya sea por eventos o conciertos, y siempre lo estamos pasando mal en este aspecto”, añade Velasco.
Si bien quiere dejar claro que “no vamos en contra de la hostelería, ya que están en su derecho de pedir esta medida y el Ayuntmiento de concedérsela”, el representante de los vecinos del barrio periférico considera que, a día de hoy, no hay “dos plazas por vecino, tal y como obliga la ley. Antes había un sitio para aparcar por vecino y llegaba para todos, pero ahora si nos quitan más espacio no podemos estacionar”.
Además de las terrazas, Velasco menciona también las plazas que desaparecen para la instalación de los contenedores. “Si empiezas a restar se pone todo muy complicado”, comenta. Esta semana enviarán al Gobierno local es escrito para que no se autoricen más terrazas en el futuro.
Las obras de urbanización del barrio de Xuxán comenzaron a finales del mes de enero, pero los vecinos denuncian la tardanza a la hora de llevarlas a cabo.
“No están muy contentos porque dicen que los trabajos van lentos. Han comenzado por los jardines y las barandillas, es decir, lo principal, que es la unión con Matogrande, va para largo”, explica Velasco.
Las obras, que suponen una inversión superior a los 11,6 millones de euros, cuentan con un plazo de
ejecución de dieciocho meses. Este proyecto, que dotará al barrio de todos los servicios propios de un área urbana, contempla la conexión con Matogrande mediante pasos gemelos simétricos que desembocarán en la calle de Juan Díaz Porlier. Además, se ejecutarán los ramales de acceso a la AC-10, glorietas y una conexión peatonal provisional con Alfonso Molina.
Los trabajos, según informó el propio Gobierno local a principios de este año, supondrán la pavimentación de todos los viales pendientes y la construcción de un carril bici que llegará a la plaza central.