Amanecieron sorprendidos en las últimas semanas los vecinos del Orzán, aunque esta vez no tiene que ver su sorpresa con la actividad de los que disfrutaban de la noche, sino con el atrevimiento de los amigos de lo ajeno. Así, según aseguran los residentes, la zona peatonal de la calle del Orzán ha sufrido bajas en su censo de bancos, debido a que, literalmente, alguien se los ha llevado.
Fuentes de la asociación vecinal indican que, al contrario que sucede con los bolardos, los incidentes no han sido relacionados con la poca pericia de algún conductor. “Tenemos constancia de que hay gente que se los ha llevado, no ha sido por golpes”, indican los residentes, quienes ya han comunicado al Ayuntamiento el suceso y han recibido el compromiso de reposición en cuanto haya stock disponible.
Por razones evidentes y de peso no se trata de los característicos ejemplares de hormigón, sino los más recientes de madera y metálicos que pueden encontrarse en varias zonas de la ciudad. Y es que, durante el actual mandato, el censo ha ascendido hasta los 7.500 asientos de diverso estilo. Fuentes municipales recuerdan, además, que la vigilancia es constante: “Siempre que se rompe alguno se repone”.
No son los bancos, no obstante, el único elemento que echan en falta los vecinos del Orzán. “También detectamos que faltan papeleras y bolardos, que en muchas ocasiones se han ido perdiendo por golpes de furgonetas y camiones”, explican. “Cuando faltan en la calle del Socorro ese espacio es utilizado por vehículos para estacionar”, añaden fuentes de la asociación vecinal.
Cámara
Recientemente han entrado en funcionamiento las cámaras que vigilan el ocio nocturno en la confluencia entre las calles del Sol y la del Socorro. Anteriormente, también la peatonal que da nombre al barrio comenzó su actividad, una asignatura pendiente desde el Gobierno de Carlos Negreira. Para el epicentro del ocio nocturno los residentes creen que el complemento ideal sería ahora elevar los pasos peatonales, para evitar sustos derivados de las altas velocidades que detectan en ocasiones, tanto a lo largo del día como en el horario de apertura de los establecimientos de ocio nocturno, cuando más gente se concentra en las calles. Se trata de una tendencia creciente en todos los barrios de la ciudad y acostumbran a ser los propios vecinos los que solicitan esa medida ‘anti sustos’.
Por otra parte, los vecinos del Orzán también piden una solución para el adoquinado de las calles de San Andrés y la del Sol, un punto en el que algún autobús ya ha tenido incidentes con comercios de la zona.