Pasadas las cinco de la tarde de ayer se encontró el cuero de Manuel Santiago Veiga, un vecino de O Ventorrillo de 74 años que había desaparecido de su casa de Agra de Bregua el lunes pasado. Los vecinos de O Ventorrillo habían organizado una batida en la que participaron más de 50 personas que desafiando la alerta amarilla por lluvia, recorrieron los caminos rurales más cercanos al barrio, sumando sus esfuerzos a los de la Policía Nacional. Finalmente fue un perro el que localizó el cadáver, en un lado del camino. 

Desde que desapareció el lunes, Mayra Veira había buscado a su padre sin cesar. "Últimamente estaba algo más olvidadizo. Es una persona con problemas de salud, y está muy delgado", explicado. La única pista es que la antena de la calle Páramo había recogido la señal de su móvil el lunes, puesto que le llamaron hasta que se agotó la batería. 

Desgraciadamente, se trata de un modelo antiguo, por lo que no permitió precisar su ubicación y el radio de la antena abarca el parque de Santa Margarita, San Pedro, la calle Barcelona... Una zona muy amplia. La familia, acompañada de vecinos y amigos, han estado buscándolo sin cesar. También las autoridades, dado que la Policía Nacional ha empleado perros e incluso drones:  calle Páramo, Paseo de los puentes parque santa margarita, calle Barcelona, parque meteorológico, Eirís, Culleredo, O Burgo, Arteixo... "Ya no sabemos que más hacer. Estamos desesperados", confesaba Veira.

Se emitió un aviso a través de las redes sociales para que los voluntarios acudieran al local de la asociación de vecinos de O Ventorrillo, en el número 26 de la calle de Alcalde Salorio Suárez. Desde allí se organizó la una batida y se repartieron carteles para empapelar las calles con la cara del desaparecido. Sin embargo, tantos esfuerzos no se vieron recompensados con un final feliz.