La Feria de Abril puede ser bajo la lluvia, con fresquito además de rebujito y en pleno noroeste peninsular. Hace años que los vecinos de O Ventorrillo se encargan de importar y reinventar la tradición andaluza. Y cada año les sale mejor. La plaza del Gadis situado en la calle Alcalde Salorio Suárez vio pasar a decenas de vecinos que con el paso de los años le han ido cogiendo el gusto a eso de dar palmas y cantar jondo. Aunque sobre todo de lo que se trata es de bailar y de ver bailar. 

A pesar de que la programación era completa a lo largo de toda la jornada, hace tiempo que la Feria de Abril de O Ventorrillo se relaciona y tiene mucho que ver con el grupo Triana. Ellas, las vecinas que de vez en cuando salen a la calle para enseñarle a sus allegados las evoluciones de lo que aprenden en las aulas. Decenas de personas acompañaron a los integrantes, de todas las edades. Esta vez optaron por un negro y rojo más sobrios que el habitual traje de faralaes con lunares. Las flamencas gallegas fueron inmortalizadas en móvil y quisieron hacerse una foto con los miembros de la asociación vecinal, promotora del evento.

Programación completa 

Sin apenas tiempo para digerir la actuación de Triana dio comienzo una sesión vermú en la que las consumiciones tenía un acento especial, ya que el rebujito superó al vermú, la cerveza o el vino como principal reclamo. 

Amenizó la jornada Begoña García, quien interpretó temas flamencos. Ya por la tarde, y a pesar de que muchos decidieron no pasar por casa, hubo espacio suficiente para descansar y reponer fuerzas de cara a la actuación de Ángel Montoya, acompañado de guitarra y cajón. El público agradeció la calidad del artista. 
Una vez más, la asociación vecinal de O Ventorrillo se marcó un tanto con una celebración que se ha instalado en los barrios y los negocios de hostelería de la ciudad. Y es que, entre la parafernalia de vestidos, caracterizaciones y bailes supone unas risas aseguradas.