Los XXXII Encuentros Estatales Lgtbi llegan, por primera vez en su historia, al noroeste del país. Se inaugurarán mañana en el Rectorado de la Universidad de A Coruña de la mano de la Asociación pola Liberdade Afectiva e Sexual (ALAS Coruña). Uno de los ponentes será Vicente Rico, director de Eurovision-Spain, el portal eurovisivo por excelencia en España. Con un bloque dedicado a ‘Eurovisión e nós’, aterrizará el sábado a las 10.00 horas para ofrecer uno de los espacios de reflexión, debate y generación de propuestas en torno a la diversidad y al festival.   

¿Qué abordará este bloque dedicado al certamen?
Eurovisión siempre ha estado ligado, de una forma u otra, a nuestra vida. Forma parte de la cultura popular y, a través del festival, hemos vivido los grandes acontecimientos históricos, cambios políticos y la evolución de la sociedad en los últimos 66 años, incluyendo la conquista de derechos y libertades Lgtbi en la Europa occidental. Repasaremos algunos artistas referentes del colectivo que pasaron por Eurovisión, las actuaciones que hicieron historia, la ventana al mundo y la vía de escape que para muchos supuso el festival antes de la globalización de internet y los avances y algunos retrocesos que estamos viviendo bajo la aparente inocencia de un programa de televisión.

El festival, hoy en día, está directamente ligado al colectivo. ¿Se ha convertido en un lugar seguro para las diferentes identidades?
Sí, de hecho pienso que lo uno es consecuencia de lo otro. Es decir,  el hecho de que Eurovisión sea un lugar seguro para el colectivo ha  provocado que directamente se identifique el festival como Lgtbi. Y es algo absolutamente positivo. Eurovisión es un evento 100% inclusivo. Allí nadie te cuestiona por ser quién eres, ni cómo eres, ni de dónde vienes. Es una competición sana y una fiesta a la que todo el mundo está invitado.

¿Qué le gustaría transmitir al público en su ponencia?
Para mí es un honor, especialmente por realizarse en mi ciudad. Con 18 años, en 2003, compraba en la librería de mi barrio la desaparecida revista ‘Zero’. La dejaba a la vista de mi familia o en el pupitre del instituto. Era un acto de reivindicación, de autoafirmación. En esas líneas tuve mi primer contacto con el activismo y cultura Lgtbi. Conocí asociaciones y algunas figuras destacadas y pude descubrir que había personas que estaban viviendo lo mismo que yo. Ahora que llevo casi 10 años viviendo fuera, volver a casa y compartir mesa con algunas de esas personas que antes leía en una revista es todo un orgullo, nunca mejor dicho, y mi objetivo es que los más jóvenes tomen conciencia sin dejar de soñar.

El certamen supuso este año un punto de inflexión para España. ¿Cuál es el camino a seguir a partir de ahora?
No hay otro camino que no sea el trabajo, con ilusión e inversión en  la música, la televisión y la cultura española, y si por el camino le sumamos honestidad y autenticidad, acariciaremos el micrófono de cristal.

La PrePartyES se ha convertido en todo un referente a nivel europeo. ¿Qué tienen los eurofans españoles que los diferencie del resto?
Yo creo que la clave está en la pasión. Eso lo llevamos en la sangre como sociedad. También estamos viviendo un “momentum”. Esta afición ha sido tan desprestigiada y tan maltratada, que ahora que ha florecido, todo el mundo quiere vivirla al máximo. Eso propicia que en los conciertos y eventos que organizamos se genere un ambiente único, como una especie de sueño hecho realidad.

¿Qué espera del Benidorm Fest?
Lo único que espero es que el proyecto se afiance como el gran festival de la canción española, con buenos cantantes, buenas canciones y buenas actuaciones, y podamos disfrutar de un nuevo grupo de artistas tan fantástico como Tanxugueiras, Rigoberta Bandini, Chanel, Varry Brava o Rayden.