Hoy el Atlantic Pride se traslada a los jardines de Méndez Núñez (desde las 20.30 horas) y lo hace con un guiño a un pasado muy presente, con las actuaciones de Daisy Dee de Technotronic, Corona o Locomía.
Precisamente estos últimos se presentan con una nueva formación sobre el escenario, pero con el espíritu original entre bambalinas y en el estudio. Xavier Font, uno de sus fundadores, explica el resurgir del proyecto y cómo lo vive en la actualidad.
¿Qué se puede esperar el público de una actuación de Locomía?
A parte de la nostalgia de la gente que ya tiene 50 años, porque, obviamente, recordamos con los temas de ‘Locomía’, ‘Loco vox’, ‘Rumba, Samba, Mambo’... remezclados, porque ahora seguramente no funcionarían. La presentación es muy orgánica, porque la gente sigue viendo Locomía. Hace poco nos presentamos en Barcelona para abrir el concierto de Miranda! con 5.000 personas, que alguna estaría para nosotros, y las 5.000, cuando salimos, estaban encantadas de la vida, porque el show se hace muy dinámico. Sigues viendo a Locomía en estética, porque es lo que la gente quiere, pero, musicalmente, la gente se divierte porque va al ritmo que tocan.
Además de los integrantes sobre el escenario, ¿qué cambia de Locomía ahora respecto a hace 30 o 40 años?
¿Sabes qué pasa? Que tuve la mala suerte de que nunca me dejaron cambiar. Ni de evolución en la estética, ni musicalmente, porque mi exrrepresentante se encargó de dejarlo bastante cerrado. Se mantiene la magia, la imagen, pero todo radica en la música. Tenemos un disco que se llama ‘Imperium’, estoy preparando otro, que será diferente, pero siempre están los toques de los que no nos han dejado escapar, tanto musical, como estéticamente. Yo ya traté en los 90 de hacer cosas muy evolucionadas para aquel año, pero no me lo aceptaron, como bien se vio en el documental de Movistar. Ahora se está preparando otra película para Atresmedia. Hay diferencias, y se ve lo añejo que era Locomía, pero hay un toque de modernez, de frescura, que la gente ve lo de antes, pero siente lo de ahora. Hay gente que piensa que Locomía se acabó, Locomía hemos seguido trabajando.
Dice que trató de hacer cosas evolucionadas a su tiempo, ¿hoy serían mejor recibidas?
Sí, siempre digo, muy egocéntrico yo (ríe), que la industria me debe un Grammy. Pero me lo están pagando poco a poco, porque una serie documental en Movistar... y ahora una película, que supongo que será mi segundo Grammy. Hoy la gente está preparada para entender que Locomía, aunque me adelanté en su época, es un referente, en lugar de hacer el chiste de Locomía como hace 40 años. Entienden que Locomía es diferente hoy y que Locomía es único. Al final, la gente evoluciona. Esta generación está menos acomplejada, lo ven como un momento de diversión.
El movimiento del abanico, la estética del zapato, los colores, el rollo barroco... la gente se sigue enamorando 40 años después. ¿Si me sorprende? Sí, y gratamente
Habla del documental, la película, la gira, el futuro disco. ¿Se planteó hace 40 años que, pese a todos los altibajos del proyecto, se mantendría tanto tiempo?
Estuve años sin saber por qué se acabó en su momento. Pero ahora lo entiendo. Locomía es como el vino, atemporal, y después del tiempo, a medida que se va haciendo más viejo, es mucho más fácil de entender. Y Locomía es un proyecto inacabado, lo tenía que haber dicho así en el documental. Si el proyecto, inacabado, enamoró en su momento a mi exrrepresentante, pasa una cosa muy concreta cuando alguien de 25 años viene y se sigue enamorando. El movimiento del abanico, la estética del zapato, los colores, el rollo barroco... la gente se sigue enamorando 40 años después. ¿Si me sorprende? Sí, claro, y gratamente, pero hace años que me dejo llevar por lo que viene y está por llegar. Locomía tiene su sitio, el público lo reconoce y lo ve como se tenía que haber visto hace 40 años.
¿Y qué es lo que le depara a Locomía en el futuro?
La historia de la película sacará el zapato, el abanico y un contexto de cuatro chicos jóvenes, cargados de ilusión, que van a Ibiza y convierten su sueño en realidad, aunque luego se truncara. Reitero, Locomía está inacabado. Hay que aprovechar el momento y llegar a nuevas generaciones, que necesitan ver cosas diferentes, como Locomía en su momento, que hoy sigue marcando diferencia, porque nadie ha venido con una propuesta tan original, tan avanzada hace 40 años. Por eso nos mantenemos para llegar a donde tengamos que llegar y yo me dejo llevar.