La Xunta aporta en San Andrés: 1,2 millones para una rehabilitación

El proyecto ya se ha licitado y tardará año y medio en reformar el número 88, que tiene casi 150 años de edad
La Xunta aporta en San Andrés: 1,2 millones  para una rehabilitación
También sigue cubierto de momento por una tela el número 17 de Marqués de Pontejos, que forma parte de otro proyecto de rehabilitación de edificios deteriorados para convertirlos en pisos de alquiler social, solo que esta vez de la mano del Ayuntamien

Construir no es fácil. Y rehabilitar, mucho menos. Ni siquiera es fácil para la administración pública,  cuya proverbial lentitud se hace aún más patente en estos casos. Ayer la conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue, anunció una serie de licitaciones del programa Rexurbe, incluida una en el número 88 de San Andrés, por 1,2 millones de euros. Es una noticia esperada, sobre todo porque viene con mucha demora.


Hace un mes, la conselleira anunció que antes de que acabara el año se habría licitado esta rehabilitación de este inmueble, catalogado porque se encuentra en la zona Pepri (Plan Especial de Reforma de Pescadería y Ciudad Vieja). Albergará cuatro viviendas. El IGVS compró el edificio por 520.000 euros, a lo que hay que añadir el coste de la reforma, de 1,2 millones de euros. Es decir, que saldrá a 430.000 euros por piso, lo que no es disparatado, considerando los precios del mercado actual, y que se trata de una zona en alza.


En efecto, una vivienda de la zona se puede vender por 360.000 euros. “Los precios en A Coruña están muy altos, y más en el centro, el metro cuadrado es un dolor”, señalan fuentes consultadas. El inmueble se construyó en 1880, y está sostenido por su parte posterior por vigas metálicas que impiden su desplome. Forma parte del mismo San Andrés decimonónico que el Ayuntamiento trata de rescatar con las obras de peatonalización de la vía, que están a punto de finalizar.


El problema es que ha habido que esperar más de dos años entre el anuncio de su compra para que se publicara la licitación, dado que se adquirió en junio de 2022. Además, a esto hay que añadir que las obras de reforma tienen un plazo de 15 meses para su conclusión, así que la Xunta no entregará la llave a los agraciados antes de finales de 2027. Será entonces cuando podrán vivir en pisos de más de cien metros cuadrados en una de las zonas más cotizadas de la ciudad. Si es que no se produce un nuevo retraso.  

 

CIFRAS

118 METROS
cuadrados tienen los cuatro pisos que se van a rehabilitar en el 88 de San Andrés, un proceso que llevará quince meses

392.000 EUROS
pagó el IGVS por otro inmueble, este situado en el cuatro de Santa María, para el que todavía no se redactó proyecto de reforma 

22 MESES
de retraso denunció el PP que sufre el proyecto municipal de Marqués de Pontejos que debería estar terminado para el 28 del próximo mes

37 INMUEBLES
identificó la Xunta como potenciales compras a principios de 2021, pero no consiguió adquirir ninguno hasta 2022 


En 2022


Porque hay que recordar que no es el primer inmueble que compraba el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) como parte del plan Rexurbe. En marzo de aquel mismo año (2022) había adquirido otro edificio igualmente ruinoso, pero más pequeño, ubicado en el número cuatro de la calle de Santa María. Este es mucho más nuevo, puesto que se construyó en 1970.


El precio de compra en este caso fue de 392.000 euros, lo que no es demasiado para un inmueble ubicado junto a la Colegiata, pero es más pequeño que el de San Andrés. Consta de bajo, dos pisos y una buhardilla, de algo menos de 90 metros cuadrados pero, a pesar de que se compró primero, todavía no ha comenzado las obras de reforma. Se espera redactar el proyecto a principios de este año, así que todavía quedan meses por delante hasta que se publique la licitación. Es decir, que todavía quedan varios años para que se pueda convertir en pisos para personas con problemas de acceso a la vivienda.


Ese es, precisamente, el objetivo del plan Rexurbe: identificar edificios en mal estado, comprarlos a buen precio, y ofrecerlos con alquileres bajos a demandantes de vivienda social. A principios de 2021, la Xunta identificó 37 inmuebles como candidatos a entrar en el plan Rexurbe, como llamó a la iniciativa. Es decir, edificios en mal estado que se encuentran dentro del Área Rexurbe, que comprende el centro de la Ciudad Vieja y el eje Orzán-Panaderas. Solo una docena se presentaron a concurso y no se pudo cerrar ninguna compra. Fue en la segunda convocatoria, en 2022, cuando consiguieron adquirir estos dos inmuebles.

 

Procesos para subastar ocho ruinas desde 2023

En enero de 2023, el Ayuntamiento anunció que comenzaría a subastar los inmuebles en ruinas que salpican la ciudad. En total, fueron ocho los edificios que  se escogieron para una iniciativa pionera llevada a cabo por la Concejalía de Urbanismo, que encabeza Francisco Díaz. Apoyándose en la normativa municipal, tenía como objetivo reactivar la rehabilitación de estos edificios decadentes. “Vamos expediente a expediente y hay dos que se ha cambiado la propiedad y ya se están solicitando licencias para la rehabilitación”, comentaba el concejal de Urbanismo el año pasado. 


La aportación municipal


No hay que ser demasiado duro con la Xunta, porque adquirir y rehabilitar edificios en el centro de la ciudad es un deporte de riesgo. El Ayuntamiento también ha experimentado numerosos vaivenes y retrasos a la hora de crear sus propias viviendas sociales en la ciudad, en el edificio que se halla en el cruce de Marqués de Pontejos con San Nicolás.


El proyecto comenzó durante el mandato de Marea Atlántica, que había puesto en marcha algunas iniciativas para aumentar el parque municipal de viviendas, incluida un concurso de compra muy semejante al plan Rexurbe, y que acabó salpicado por la polémica. Tenía la intención de comprar diez viviendas, pero solo consiguieron adquirir dos que, además, no cumplían con los requisitos del concurso porque sus dueños se consideraban “afines” a la Marea. Al final, el consejo consultivo acabó anulando la compra. Aquello fue en 2018 y fue, probablemente el mayor escándalo del mandato de Xulio Ferreiro.

 

 ALB7781 13432487
La Xunta adquirió en 2022 otro inmueble, este más pequeño, en el corazón de la Ciudad Vieja, al lado de la Colegiata. Sin embargo, a pesar de que han transcurrido casi tres años, todavía no existe ni siquiera un proyecto de reforma, y la Consellería de Vivienda asegura que a principios de este mismo año se va a licitar su redacción, lo que significa que le queda mucho por delante | Javier Albores


Pero sí consiguieron adquirir un edificio en el 17 de Marqués de Pontejos en 2017. El entonces concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, explicó que el objetivo era “facilitar el acceso al alquiler a colectivos con dificultad y regenerar un enclave de la ciudad con alta densidad de edificación”. El Ayuntamiento ya contaba allí con dos solares, que se unirán.


No se supo nada más del proyecto hasta junio de 2022, cuando, en el primer mandato de Inés Rey, el Ayuntamiento, en Junta de Gobierno, aprobó la licitación de las obras por un valor inicial de 1.7 millones de euros. En ese primer año estaba previsto destinar 297.000 euros, y el resto al año siguiente. Sin embargo, en esa época la inflación estaba disparada, y el coste de los materiales también.

 

Los imprevistos se han cebado con la iniciativa de Marqués de Pontejos, que lleva meses de retraso


Y no solo fue el coste: también se dilató el tiempo. El mes pasado, el Partido Popular denunciaba que tenía un plazo de nueve meses de ejecución y “llevamos más de 22 meses de retraso”. Ha sido necesario prorrogar la obra en dos ocasiones. La última fecha para la entrega es el 28 del próximo mes.


Fuentes consultadas reconocen que el proyecto ha sufrido numerosas complicaciones. Por ejemplo, informes técnicos que señalan que la estructura de madera está mucho más deteriorada de lo que se pensaba (uno de los edificios tiene más de cien años). Además, hubo que retirar una gran chimenea de piedra de 16 metros de altura que ofrecía peligro de derrumbe.


Eso obligó a pedir permisos a los vecinos de dos patios colindantes, luego montar andamios y, finalmente, retirar la chimenea en noviembre de 2023. A esto hay que añadir las dificultades generadas por el mal tiempo y por la falta de mano de obra. Han sido muchos contratiempos para construir cinco viviendas sociales, pero es que los viejos edificios suelen dar sorpresas, y no sería de extraer que el número 88 de San Andrés o el cuatro de Santa María se vean en las mismas.

 

Los pisos turísticos, como incentivo para sanear los edificios

La zona del Orzán ha vivido en los últimos meses una reactivación que ha venido no de la mano del sector público, sino del privado: numerosos edificios han comenzado a realizar proyectos de reformas después de años de abandono y cubiertos de andamios. La asociación de vecinos del Orzán considera que muchos se convertirán en pisos turísticos y, aunque se trata de un asunto polémico, se consuelan pensando que por lo menos pronto dejarán de vivir entre ruinas. Muchos de los pisos son pequeños, inadecuados para familias, y carecen de garaje, lo que limita sus posibilidades. 

 


Gentrificación


Con estas actuaciones, de lo que se trata es evitar que los residentes con bajos ingresos se vean expulsados a la periferia, que es el proceso habitual cuando se encarece el precio de la vivienda. Y, al mismo tiempo, evitar que las ruinas se proliferen en el centro de la ciudad. Las severas normativas en lo que se refiere a rehabilitación y los altos precios impiden que muchas obras se lleven a cabo, y es habitual (o, por lo menos lo era hasta hace poco) que los dueños de los inmuebles los dejaran deteriorarse lentamente sin importar los avisos de la Sección de Ruinas del Ayuntamiento.

 

Entre la compra del inmueble y el proyecto de la obra han transcurrido más de dos años


Pero no se trata solo  de la vivienda. También es necesario reactivar el pequeño comercio y abrir los bajos que permanecen cerrados a día de hoy, en un momento en el que la venta online se une a las grandes superficies comerciales para ofrecer una fuerte competencia a las tiendas más modestas.


La Xunta y el Ayuntamiento pretenden reactivar el centro de la ciudad, como señaló la conselleira de Vivenda el mes pasado, durante una visita al proyecto de una cooperativa en Someso: “A Coruña ten a declaración de área Rexurbe, pero estamos á espera  de que o Concello entregue o plan  de dinamización para desarrollar ese ámbito non só na vivenda, senon no desenvolvemento económico e social que se quere para a cidade”. En eso están todavía. 

 

IMG 20250110 194005 19444285
El número 88 de San Andrés es una ruina a día de hoy, con 145 años a sus espaldas, se sostiene de forma precaria gracias a las sujeciones metálicas, pero pronto comenzará una transformación que le convertirá en un edificio de pisos de alquiler social, de la mano del proyecto Rexurbe, como anunció ayer la conselleira de Vivenda, María Martínez Allegue. El edificio lleva años cubierto por una tela para  evitar el desprendimiento de la fachada de fragmentos que caigan a la vía pública |  Pedro Puig

La Xunta aporta en San Andrés: 1,2 millones para una rehabilitación

Te puede interesar