La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, lo había advertido: la Xunta considera que el Ayuntamiento de A Coruña ha ignorado aposta la normativa al no haber instalado el quinto contenedor, así que le ha multado con cien mil euros. La cifra es más elevada porque ha incluido el agravante de intencionalidad. Es decir, que considera que ah ignorad la normativa aposta, retrasando la implantación del quinto contenedor varios años.

El Ayuntamiento ya ha expresado su malestar, tanto a través del portavoz municipal, José Manuel Lage, como de la propia alcaldesa, Inés Rey. El motivo es que la multa se refiere “al incumplimiento de la obligación de establecer la recogida separada para las infracciones de residuos mencionadas en los artículos 25, 29 y 30, así como el incumplimiento de los porcentajes máximos de impropios”.
 

Pero, como señaló el propio Lage, A Coruña lleva años separando la basura, solo que lo hace mediante su propio sistema, que es Húmedo/seco u orgánico/inorgánico, a lo que hay se añaden los de vidrio y papel. Este sistema es más sencillo y eficaz que el del quinto contenedor, destinados a envases ligeros. En A Coruña, al año, se recuperan 12.000 toneladas de este desecho, mientras que en toda Galicia solo 18.000. “Leccións, as xustas”, había dicho el portavoz municipal, visiblemente molesto. 
 

Por otro lado, el Ayuntamiento  podía haber solicitado la excepcionalidad a las autoridades pertinentes basándose en el hecho de que ya separa la basura, solo que con un método propio. Incluso llegó a redactarse la solicitud el mandato pasado, pero nunca se envió. Lage insistió esta misma semana que “nós temos que adaptarnos a normativa”, aunque sea previsible que se empeore las cifras de reciclaje. 
 

Nostián contra Sogama 

Vázquez había respondido el jueves a estas críticas: “Pódelle gustar máis ou menos pero está para cumprirse. Nós intentamos axudar ao Concello. Transiximos durante mais de un ano”.  Pero Lage considera que el sistema de la Xunta ha colapsado, y que es necesario dirigirse hacia uno mixto entre la planta de reciclaje de Nostián, que recupera más material, y el de Sogama, que cuenta con una gran incineradora que impide que la basura no reciclada se acumule en los vertederos. 
 

Lo cierto es que la normativa europea obliga a repercutir directamente el coste de la recogida y procesamiento de la basura en la tasas municipales, así que el coste se disparará este año (el presupuesto para Albada, la concesionaria del servicio de tratamiento de basuras, ha pasado de 6,7 al 9,7 millones de euros), y el Ayuntamiento se ha visto obligado a cerrar un trato con el Consorcio As Mariñas, la entidad que gestiona la basura en el área metropolitana (excepto Arteixo). Según este trato, el área pagará un euro menos por tonelada de basura que lo que pagará en Sogama, un precio más bajo que el de A Coruña. 
 

El plan para Nostián en aumentar su tamaño, ya considerable. Una planta de tratamiento así no es viable solo con los desperdicios de A Coruña, por eso se vieron obligados a ceder ante As Mariñas, que envía casi el 50% de la basura que procesa Nostián. Sin duda, A Coruña podría beneficiarse si más municipios enviasen sus desperdicios a la futura planta de reciclaje.