La Xunta y Tranvías dieron un paso al frente para poner solución al caos generado por el transporte de escolares rumbo a los institutos de Elviña y A Sardiñeira desde Novo Mesoiro, con algunos casos también en el IES Puga Ramón. Tanto desde el ente autonómico como desde la compañía municipal de transportes se realizó en las últimas horas un refuerzo, que en el primer caso pasa por un autobús más desde Elviña, mientras que en el segundo resulta en una mayor frecuencia de paso de los vehículos rojos.
El crecimiento exponencial de escolares residentes en el barrio llegó en los últimos días a una situación que no solamente afectó a las clases o al horario de llegada a las mismas, sino que condicionó la vida de buena parte de los adultos, que tuvieron dificultades para desplazarse o regresar a sus puestos de trabajo.
Los padres del IES Elviña llevan desde la vuelta al cole denunciando en el centro que la carestía de plazas provocó que incluso algunos niños se quedasen en tierra en alguna ocasión, más allá de la dificultad para conciliar los horarios lectivos con el traslado a casa para comer. El caso más extremo llegó el pasado lunes, cuando el autobús dejó sin recoger a los niños de una parada. “Una madre llamó a la Xunta y le reconocieron que había quejas sobre el servicio. Pocas, pero que sí que las había”, afirma una madre afectada. “Otra línea seguía llegando tarde, porque primero cubría la ruta del colegio Alborada”, añade.
En el caso de A Sardiñeira la Xunta no se ha decidido todavía a entrar a fondo, pues alega que los vecinos de Novo Mesoiro deben acudir al IES Elviña por tratarse del centro adscrito. La realidad es que éste no dispone de más plazas y las 25 familias afectadas hablan de una necesidad y no de una decisión a la hora de inscribir a sus hijos en el centro. Los menores deben desplazarse a diario en la línea 21, la única del barrio, y hacer 20 minutos de camino hasta la parada más próxima al instituto. Tranvías, alertado por la proliferación de incidencias denunciadas a través de las redes sociales, decidió reforzar la frecuencia.
Fuentes de la compañía apuntan a una monitorización del servicio para evitar saturaciones como las que provocaron que algunos usuarios no pudieran acceder al interior de los buses en las jornadas previas. “La gente ya lo está notando y seguimos monitorizando para evitar saturaciones. Hay refuerzos por la mañana y por la tarde y analizamos para adaptarnos a las nuevas necesidades surgidas durante los primeros días de curso”. Además, Tranvías también habla de ajustes en la línea universitaria.