La Feria de las Matematias se celebró ayer en Palexco con lo que la organización considera un éxito de público. “A impresión é que hai xente como todos os anos”, señaló Enrique de la Torre, ex delegado de la Asociación Galega do Profesora de Educación Matemática (Agapema). Este año fueron 2.500 los visitantes, pero hace tres años fueron 3.000. Este año hay 26 puestos, aunque otros años han llegado a 34, pero la afluencia no se ha resentido. “Parecía a veces que había mais xente que outros anos pero marchou contentísima”, comentó de la Torre, que considera que eventos como este hacen mucho por implantar esa idea de las “matemáticas emocionales” que están tan de moda.
“É moi importante. Se ven falando diso os que nos dedicamos a educación fai corenta anos e que agora os gobernos emepzan a metelas. Coas matemáticas se constrúen emocións, e por culpa das matemáticas se producen emocións moi nefastas: mais da mitade da poboación odia as matemáticas”, señaló el profesor, que asegura que moitos nenos escapan de las carreras científicas por ese motivo. “Hai que ensinar pensando en cousas que lles interesen”.
A la feria acudieron 50 profesores encargándose de los puestos y unos 200 escolares participando en las actividades. Cada uno de los profesores trajo diez, quince o veinte alumnos y algunos viajaron horas en autobús para poder participar en la diversión. De la Torre destacó una actividad celebrada por el Colegio de Médicos, una demostración de prácticas de reanimación pulmonar.
El concurso se llama “Dalle ao seu corpo, vida Macarena” y se presentó desde las once y media hasta las dos de la tarde. Porque esa canción tiene una cadencia de entre 100 y 120 pulsos por minuto, la apropiada para para la reanimación, así que esa canción es la que suena cuando realizan las prácticas. “Nunha parada cardíaca hai dous números importantes: o primero e o 061, ao que hai que chamar, e o segundo o 100-120, que é o número de presións que hai que hacer”, explicaba el vicepresidente del Colegio de Médicos. Javier de Toro.
Los niños debían ir puesto por puesto para resolver los desafíos que se les planteaban y recibir a cambio los “agapemos”, las monedas de cambio de la feria que podían después intercambiar por regalos. Además de las actividades de los puestos escolares (puzzle, tiro a diana, construcción de figuras geométricas...), la Feria Matemática contó con tres concursos para los asistentes: Fotografía Matemática, Matmonólogos e Esopías. Todas estas actividades tenían como objetivo demostrar que las matemáticas no son algo estanco y cerrado, sino un tema transversal que llega a diferentes disciplinas. En definitiva, se trataba de enseñar a los pequeños que, cuando se trata de matemáticas, todo suma.