Cualquiera que esté un poco al tanto de la idiosincrasia gallega cuando se habla de atrevimiento, de Pedrafita hacia el oeste, no solo se alude a la audacia o a la osadía; también tiene cierta connotación de temeridad e incluso de inconsciencia. Y algo detrás de esto podría haber en la decisión del Gobierno de Abegondo, presidido por José Antonio Santiso, en la decisión de poner en marcha una iniciativa de implantar un callejero digital georreferenciado, al que denomina ‘Numeración Dixital’.
Por una parte, las dudas de los vecinos afectados por ciertos cambios en el nomenclátor local han obligado al Ayuntamiento a ampliar el período de exposición pública hasta el día 31 de este mes; por otra, las críticas al sistema del grupo municipal del Bloque Nacionalista Galego han sido contestadas por el Partido Popular como demagógicas a través de las redes sociales.
De lo que no hay duda es de que el equipo de gobierno, ante cualquier problema con los afectados, que no son otros que los vecinos, no tiene intención de llevar a cabo la propuesta.
“En ningún caso se realizará este proxecto de numeración en contra dos intereses xerais. O Concello tratará de atender todas as alegacións compatibles co PXOM. O obxectivo da numeración dixital é a modernización da administración municipal pero sempre será garantindo o consenso”, dice Abegondo, al tiempo que asegura que la iniciativa no está finalizada, no está aprobada, ya que se encuentra en fase de elaboración y precisamente por ese motivo se amplía el plazo de consultas.
No obstante, el Gobierno local admite que existen diversas cuestiones detectadas que se cambiarán. “Hai casos como nomes de núcleos que pertencen a mais dunha parroquia ou non hai coincidencia entre o nomenclátor da Xunta e o PXOM, o que levará a facer axustes”, insiste.
Pero, ¿cuál es el objetivo que persigue el Ejecutivo de Santiso para querer ‘mover os marcos’ municipales? Pues, según indica un comunicado, la actualización de la nomenclatura de todos los núcleos, después de que se haya aprobado un plan de urbanismo tras décadas de intentos.
Sin embargo, vistas las dudas planteadas por diversos colectivos, puede que el mapa local continúe como hasta ahora.