Al grito de ‘Nunca máis bombeiros pobres’ unos trescientos profesionales de 24 parques comarcales gallegos mostraron la ‘desnudez’ de su salario con una sonora protesta por las calles del centro de A Coruña. La manifestación, convocada en el marco de las movilizaciones que se están llevando a cabo con motivo de la huelga que mantienen desde mediados de junio, se inició a las doce del mediodía pero se prolongó hasta la una porque, uno a uno, cada bombero fue cacheado e identificado por la Policía Nacional para poder acceder al recinto, en las inmediaciones de la sede de la Diputación, en el que se llevó a cabo la protesta.
Una vez allí, tras un breve desplazamiento andando desde el Obelisco, el presidente del comité de huelga, Ángel Moldes, leyó un manifiesto en el que se denunciaba por ‘insultante’ el salario mensual de 1.200 euros. La responsabilidad de este agravio comparativo, con por ejemplo compañeros del Ayuntamiento de Pontevedra que cobran 32.000 euros al año, la hizo recaer a partes iguales sobre la Xunta y las cuatro diputaciones.
El momento álgido de la movilización, en la que la presencia policial fue patente y notoria, se produjo cuando los bomberos, con una coreografía bastante estudiada, hicieron sonar sus cascos reglamentarios golpeándolos contra el suelo y, despojándose de sus uniformes, algunos se mostraron con el torso desnudo.

 

Sin embargo, la protesta tuvo cierta repercusión porque cuando se estaba disolviendo los representantes sindicales informaban a sus compañeros de que el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, que en ese momento participaba en el pleno correspondiente al mes de octubre, estaba dispuesto a mantener un encuentro.
Precisamente la ausencia de reuniones entre las partes afectadas es una de las principales demandas de los movilizados. Instantes antes, Moldes había realizado un llamamiento al diálogo a las administraciones, puesto que aseguraba que no hubo ningún tipo de contacto desde que se anuló un encuentro previsto para el pasado día 9.