Con los últimos coletazos del verano, muchos municipios del área metropolitana apuran sus celebraciones más esperadas pero, superado el ecuador de septiembre, las agendas van a menos y solo restan aquellas verbenas vinculadas a Os Milagros, Os Remedios o Nosa Señora da Merced. 

En el núcleo de A Fragachán, en San Juan de Ouces (Bergondo), cerraron las Festas da Virxe das Dores, otrora una de las más concurridas de la comarca, con la XIII Festa da Empanada de Bergondo, actividades para niños durante la tarde y la actuación de Crazy. 

En una carpa instalada para la ocasión, más que necesaria en algunos momentos por motivos meteorológicos, entre árboles y varias mesas, los asistentes disfrutaron de la música y la comida, entre risas, en sana convivencia y con la colaboración del Ayuntamiento de Bergondo.

También en Oza-Cesuras, Abegondo, Cambre y Arteixo se sucedieron las verbenas desde el viernes, y también las churrascadas y las sardiñadas, las misas y las sesiones vermú en honor de Nosa Señora de Belén, de A Saleta y de As Dores; de San Ciprián y de Santa Eufemia.

A Angustia

En Betanzos, una semana y dos días después de honrar a Nosa Señora do Camiño, los vecinos acudieron hasta el Santuario de A Angustia. Dicen que como mirador de la ciudad no tiene comparación y, menos aún, como escenario de reencuentro para aquellos que añoran la capital del Mandeo. Una iglesia que empezó a construirse en 1750, singular por muchas razones –está inacabada– y especial para las ‘cigarreras’ de la antigua Fábrica de Tabacos de A Coruña que, tras una serie de despidos en 1920 acudieron desde A Palloza a  A Angustia.
 

Allí, rogaron mediación para recuperar su empleo y años más tarde, para agradecer su auxilio, como recuerdan los residentes en este núcleo, perteneciente a la antigua San Pedro de Viñas. 
 

Una misa por la mañana, seguida de procesión con la imagen de A Quinta Angustia acompañada por el Grupo de Gaitas Os Brigantinos, y otra por la tarde, sirvieron para clausurar las celebraciones de 2023.