La Audiencia provincial de A Coruña condenó a dos de prisión a un hombre por cometer un delito de incendio de menor entidad y otro leve de lesiones cuando incendió su casa con su hijo en el municipio de Paderne en 2018. 

Según la sentencia, emitida con fecha del 27 de febrero, por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), el reo, provisto de bidones con disolvente, se dirigió a la vivienda donde se encontraba su vástago e inició una discusión con él. Seguidamente, encendió con un mechero el líquido inflamable hasta provocar el incendio en el interior de la vivienda. No obstante, el hijo consiguió escapar por la ventana y sufrió lesiones de carácter leve.

El tribunal considera probada la culpabilidad del acusado porque señala que “los datos incriminatorios son plurales, coherentes, inequívocos y concluyentes”. La sentencia es recurrible ante la sala de lo Civil y Penal del alto tribunal.

Prueba directa

El fallo condenatorio también se sustenta, según el tribunal, en que existe una prueba directa puesto que el encausado reconoció que vertió el disolvente en el suelo de la vivienda que provocó el incendio.
No obstante, durante el juicio, manifestó que él fue la persona que llamó a los bomberos y colaboró en la extinción del fuego, auxiliado por un vecino. Una versión que contradice su hijo, de 19 años en el momento de los hechos, al negar que su padre ayudase a apagar el fuego.

“Él no hizo nada, los perros murieron abrasados”, manifestó este último en un momento de la vista oral.
El Ministerio Público pedía, inicialmente, para él 13 años de cárcel y el pago de una multa, aunque solicitó reducir la pena a dos años y la correspondiente multa al aceptar las atenuantes de reparación del daño por abono de la indemnización, así como dilaciones indebidas. La acusación particular mantuvo la petición de 20 años de condena.