¡No va más! El Consorcio As Mariñas abandonará la planta de tratamiento de Nostián si el Ayuntamiento de A Coruña no le mejora la propuesta formulada el pasado mes de enero. Al menos eso es lo que se deduce de las palabras del alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, tras salir del pleno que celebraron los ocho miembros de la entidad supramunicipal.
“Levamos nove anos, catro coa Marea i cinco co PSOE, para redactar un novo contrato. Pero aínda non hai nada claro sobre como vai ser a recollida. Teríamos que irnos se esta situación non se resolve”, dijo el regidor, al tiempo que admite que el abandono pondría en dificultades al Ayuntamiento de A Coruña.
“Se nos vamos habería un problema moi serio porque 120 familias dependen laboralmente da planta e sin nós é evidente que non farían falta tantos traballadores”, apuntó.
Sin embargo, si la marcha del Consorcio complicaría la continuidad de Nostián, según el regidor oleirense, una decisión inversa supondría, si el Gobierno local de Inés Rey no varía su postura, complicar la vida a los vecinos del área metropolitana.
“Tamén hai un problema para os veciños da comarca porque houbo que subirlles o recibo da basura un 30%. Levábamos doce anos sin subilo e teríamos que incrementalo de novo. De feito, temos que pedir un crédito de tres millóns de euros para pagarlle a empresa”, añadió el alcalde, que anunció la convocatoria de una reunión con la regidora coruñesa para el lunes, día 15 de julio.
Cabe recordar que a finales de enero el concejal coruñés José Manuel Lage planteaba a los miembros del Consorcio un plan que incluía una bajada del coste por tonelada de basura tratada.
“Hoxe pagan 120 euros por tonelada e a nosa proposta vai en torno aos 100 no proceso de licitación. Unha proposta aberta, que conxuga reciclaxe e reducir os rexeites”, señalaba Lage.
Al respecto, el máximo representante del ente supramunicipal y alcalde de Abegondo, José Antonio Santiso, aceptaba que se trata de “un prezo máis razoable”, pero también advertía que esto es porque la concesión del contrato se eleva a 25 años, en vez de los quince o 17 habituales, y también por el riesgo de los rechazos, ya que, según él, se deja la puerta abierta a que la concesionaria tome la decisión de llevar basura a un vertedero e incinerarla, en vez de realizar el reciclaje y reutilización.