Hábitat denuncia que el dragado no impide que los lodos ya colmaten de nuevo la ría de O Burgo

La entidad apuesta por convertir los terrenos de Bunge en una ‘trampa’ para atrapar el sedimento que arrastra el Mero
Hábitat denuncia que el dragado no impide que los lodos ya colmaten de nuevo la ría de O Burgo
La parcela que ocupaba la factoría se encuentra en semiabandono y en el plan urbanístico se contempla para desarrollo industrial | M. Arcay

No ha transcurrido ni un mes desde que el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, anunciaba el fin de los trabajos de dragado de la ría de O Burgo y la entidad ecologista Hábitat dice que ‘muy bien’, que ‘todos muy felices’, pero que la iniciativa de regeneración del estuario no impide que los lodos lo estén colmatando de nuevo. En concreto, se habrá acumulado un centímetro de sedimento una vez se cumpla el año de rematadas las obras.


Cosme Damián Romay, biólogo de la asociación, al igual que gran parte de los miembros de Hábitat, se mostró en su momento crítico con el dragado, aunque ahora lo considera inevitable. No obstante, apunta que habría que haber analizado varias cuestiones antes de ponerse a trabajar en el estuario. Primero, el arrastre de lodos. Estos se convirtieron en cuantiosos, según se afirma en un estudio publicado en la revista ‘A Mobella’, tras la construcción de la presa de Abegondo-Cecebre; la canalización del tramo bajo que incrementó la velocidad de arrastre, y la construcción y mejoras en carreteras y vías de alta capacidad en los años ochenta y noventa.

 

En segundo lugar señala a lo que el naturalista define como  destrucción de la xunqueira da Marisqueira. Asegura que los rellenos de las décadas de los sesenta y setenta arruinaron totalmente la marisma, elevando el nivel del suelo en más de cuatro metros en algunos puntos. El curso del río Mero fue confinado entre dos paredes de más de cinco metros de altura, y la extensión ganada a la marisma fue objeto de desarrollo industrial durante, al menos cuatro décadas, hasta la demolición en 2010 de la aceitera Bunge. “Hoxe en día é un solar sen uso, onde medra descontrolada a herba da Pampa”, dice.


Damián Romay tampoco se olvida de mencionar ciertos errores a la hora de realizar el deslinde de Costas ya que, asegura, que en el límite de Dominio Público Marítimo-Terrestre se excluyó de protección tanto a la xunqueira, antes mencionada, y al tramo inferior del río. Asimismo, indica que el actual Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Culleredo contempla la xunqueira como un área para el desarrollo industrial, como fue durante el período en que la ocupó la antigua fábrica de Bunge.


Colaboración institucional

 
Y es precisamente en este último punto sobre el que gira la petición de Hábitat de colaboración institucional. En un encuentro que mantuvieron días pasados Romay y el alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, en la emisora de radio local de la Cadena Ser, en el programa ‘A Coruña Opina’, el primero planteó la necesidad de llevar a cabo una restauración ambiental de toda la parcela, ahora industrial, que ocupa casi siete hectáreas de superficie. “Nós temos unha proposta seria e pedímoslle ao alcalde que a tome en consideración”, espetó el biólogo.


“Efectivamente a parcela de Bunge ten un uso industrial pero no próximo plan xeral pasa a ter un uso terciario e non temos ningún inconvinte en que se a parcela pode ser o pulmón verde que se poñan de acordo as administracións para que se compense os cullerdenses. Neste momento o solar so sirve para criar plumachos e malestar entre os veciños”, respondió el regidor.

 

Propuesta 

 

La propuesta de Hábitat para la regeneración del solar de Bunge, prácticamente abandonado con el cierre de la factoría tras un complejo conflicto laboral con los empleados, se centra en tres acciones principales. La primera, como ya se indicó anteriormente, en la restauración integral de la antigua xunqueira da Marisqueira y la segunda, en la creación de una ‘trampa’ lacustre para la retención de sedimentos del Mero, que pudiese ser dragada de modo sencillo y periódico, lo que al mismo tiempo evitará realizarlas en la ría. La tercera pata de este ‘banco’ es la creación de una zona intermedia, lacustre, entre la ‘trampa’ de sedimentos y la marisma, que evite la llegada de aguas turbias.


El proyecto indica que la construcción de este denominado ‘filtro verde’ ocupará casi la totalidad de la parcela de Bunge, existiendo también espacios para sendas peatonales y ciclables sostenibles, acceso para camiones y dragas para la zona de la ‘trampa’ y, como no, un observatorio ornitológico.

 

Efectos positivos
 

Hábitat afirma que los efectos positivos del ‘filtro verde’ serán la disminución de la acumulación de lodos en la ría, siempre y cuando se lleve a cabo una gestión eficaz de los sedimentos en el interior de la ‘trampa’, y la mejora de la calidad de los bancos marisqueros de la ría a medio y largo plazo.

 

La entidad ecologista considera que también habrá un incremento en la diversidad y abundancia de la flora y fauna, la eliminación de un importante foco de una especie invasora como son los plumachos y, por último, la apertura de un espacio público para la observación de la naturaleza. 

Hábitat denuncia que el dragado no impide que los lodos ya colmaten de nuevo la ría de O Burgo

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