El instrumento de comunicación viaria llamado a vertebrar los municipios del área metropolitana coruñesa se está haciendo de rogar. La iniciativa gestada en una reunión allá a finales del siglo pasado continúa estando incompleta más de 25 años después. El principal vial planeado es uno que enlazará, a lo largo de 15,2 kilómetros, el enclave de Santa María de Vigo, en Cambre, con el puerto de Lorbé, en Oleiros, pero por ahora solo se puede circular por menos de diez entre la localidad marinera y la parroquia de Iñás. Y por lo apuntado ayer por Ángel García Seoane, alcalde oleirense, la construcción completa de la Vía Ártabra tendrá que esperar bastante tiempo más.
“A obra non volverá a estar en execución ata 2027. A Xunta está obligada a facer unha nova exposición pública de impacto ambiental para o que xa iniciou os trámites. Sen este requisito, que vai durar meses, non se pode proceder a outra adxudicación, o cal quere decir que non se pode facer antes de finais de 2025”, dijo el regidor tras mantener un encuentro con la nueva conselleira de Infraestruturas, María Martínez Allegue. García Seoane lamentó que la construcción de esta infraestructura, cuya primera piedra la puso en enero de 2009 el expresidente socialista de la Xunta Emilio Pérez Touriño, se halle de nuevo paralizada y esta vez, según él, por incompetencia de la Xunta.
“Fixéronno todo mal. Foi un proxecto que non cumpría nada. Fíxose unha contratación ilegal. Non se preveu que ía a pasar polo gasoducto que cruza Galicia de norte a sur. Non se preveu a rede eléctrica de alta tensión. Era un cúmulo de erros que estamos a pagar agora”, insistió.
Cabe recordar que cuando se diseñó la Vía Ártabra el proyecto contemplaba que la infraestructura se construiría en cuatro tramos de 15,2 kilómetros de tronco principal más 1,8 de la denominada variante de Oleiros. El primero uniría el puerto de Lorbé con Veigue y tendría 1,1 kilometros; el segundo, de 3,2, enlazaría Veigue y Meirás; el tercero, de 5,4, iría desde este enclave de Sada hasta la vía N-VI, en Iñás. Se da la circunstancia de que estos tres primeros ya han entrado en funcionamiento y todos los problemas han llegado con el último. Los 5,5 kilómetros finales que estaba previsto que conectasen la N-VI con la AP-9 y la A-6, en Cambre.
El total de la obra estaba presupuestado en 2009 en un total de 140 millones de euros, de los cuales más de la mitad se invertirían en el tramo que todavía está sin construir. El paso del tiempo y el incremento en los costes de los materiales hace prever que no serán suficientes los 75 millones previstos. Lo que sí ha quedado claro tras escuchar las declaraciones del regidor oleirense es que este no cejara en su empeño de que la infraestructura viaria entre en funcionamiento en su totalidad. Especialmente porque supondría aliviar el tráfico de vehículos por las saturadas carreteras de su municipio.