“O transporte público non é un taxi. Temos que adaptalo a demanda existente e o conxunto da poboación. Sempre que adoptan medidas é moi difícil que cen por cen dos usuarios estean de acordo”, dijo ayer el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, tras ser requerida su opinión sobre el malestar manifestado por los regidores de Oleiros y Sada ante los cambios en las frecuencias y líneas del bus metropolitano a principios del pasado verano.
Calvo, que participó en un acto en Arteixo, defendió la actuación de los responsables del departamento de Mobilidade porque, según él, se ampliaron tanto las líneas como las frecuencias que afectaron esencialmente a los núcleos de Dexo y Lorbé. No obstante, también se abrió a adoptar más medidas si se detectan deficiencias en el servicio.
Nuevas paradas
El conselleiro realizó estas declaraciones en la visita que realizó a una parada de bus ubicada en la localidad de Lañas. Allí también hizo balance del denominado ‘Plan de mellora da seguridade e accesibilidade de paradas de bus’. A través de esta iniciativa, dotada con 35,5 millones de euros, se actuará en más de un millar de puntos de espera gallegos. Del total, cerca de 300 ya se encuentran en ejecución o están finalizadas y más de 700 en tramitación o proyecto.
Concretamente, en los municipios de las rutas de acceso por el oeste de la ciudad de A Coruña, en la que se integra Arteixo, la urbe y Culleredo, el programa de mejoras incluye cerca de 60 paradas que suponen una inversión de 1,4 millones de euros.
Calvo, al que acompañó el alcalde arteixán, Carlos Calvelo, explicó que las actuaciones permiten mejorar la accesibilidad y la conectividad. Para conseguirlo, se acondiciona el itinerario peatonal, se dota de una zona de parada adecuada al autobús y adaptada a las normativas de accesibilidad al transporte público y se instalan marcas viarias. A mayores, se coloca una marquesina accesible para el resguardo de los peatones.
El responsable del departamento de Presidencia enmarca la iniciativa en una apuesta de la Xunta por fomentar entre la población gallega el uso del transporte público, a lo que se destina anualmente 140 millones de euros. Un esfuerzo presupuestario que permite ofrecer descuentos a diversos colectivos como jóvenes o jubilados.
“Trátase así de reducir o uso do vehículo privado e fomentar unha mobilidade máis sostible e menos contaminante”, apostilló el conselleiro.