Los vecinos de la asesinada en Oza-Cesuras confirman que solo vieron al acusado

El viudo de la víctima y la mujer del procesado reconocen que mantuvieron una relación a través de mensajes telefónicos
Los vecinos de la asesinada en Oza-Cesuras confirman que solo vieron al acusado
El acusado del crimen de Oza-Cesuras | Cabalar (EFE)

Varios vecinos que han declarado como testigos en el juicio por el asesinato de una mujer en el municipio coruñés de Oza-Cesuras han asegurado que el momento de los hechos solo vieron a un individuo de "complexión gruesa, con ropa oscura y un chaleco amarillo" en la finca de la víctima.


"Vi a una persona -la fallecida- y un hombre corriendo detrás de ella", ha explicado una vecina este lunes en el juicio que se celebra, con Tribunal de Jurado, en la Audiencia Provincial de A Coruña y en relación a unos hechos ocurridos en enero de 2021 en el domicilio de la víctima. Cuestionada por si había alguien más en las inmediaciones en ese momento, la testigo ha insistido en que "no".


"Me pongo a gritar porque pensaba que estaba robando y me respondió ella, yo no la podía ver pero gritó 'ayuda' una vez y fuerte", ha añadido tras especificar que a continuación escuchó "un golpe seco fuerte". A posteriori, según su relato, el hombre "salió arrastrándose" de la finca. "Estaba herido y se quedó tirado en el campo fuera de la vivienda, detrás", ha señalado.


En la misma línea, otro vecino de la zona ha declarado que oyó "gritos de ayuda de una mujer" y se dirigió hacia la vivienda de la víctima donde se encontró con "un señor con un chaleco fluorescente por dentro de la valla que estaba intentando trepar por la alambrada" y finalmente consiguió huir "por un camino que no tiene salida".


Otra testigo presencial, en su intervención, cuestionada por si reconocía en el acusado al individuo que vio dentro de la finca ha ratificado que era él.


Relación entre el viudo y la mujer del acusado

Entre otros testigos, en esta jornada del proceso también ha comparecido el viudo de la víctima y la mujer del acusado, antiguos compañeros de trabajo, quienes han reconocido haber mantenido entre ellos una relación "íntima" a través de whatsapp en la que se contaban sus "problemas" conyugales y a la que pusieron fin cuando se enteraron sus respectivas parejas. No obstante, desencadenó en problemas laborales.


En su declaración, el marido de la fallecida ha indicado que "en una ocasión" el procesado le dijo que "no tenía edad para ir rompiendo bocas". "Si la quería que me quedara con ella y cuidara de sus hijos", ha apuntado.


En sesiones anteriores, agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación del crimen han ratificado que no existe "ningún indicio" que implique a otro individuo, además del acusado, en los hechos y han descartado que se tratase de un delito contra la propiedad ya que "desde el primer momento, no parecía un robo habitual, algo raro había".


Relataron, además, que durante la inspección ocular de la zona se encontró "semienterrada" una bolsa plástica con un arma de fuego "que se certifica con posterioridad que es la utilizada en la muerte" de la víctima. Entre otras cosas, contenía también un chaleco reflectante de trabajo "que coincide con el que describen los cuatro testigos" que llevaba vestido "la única persona que ven en el lugar de los hechos" y cuyo análisis, ha añadido, da "positivo en residuos de disparo y en ADN del acusado".
 

El acusado dice que fue a robar

En la primera sesión del juicio, tras la constitución del Tribunal del Jurado en la Audiencia Provincial de A Coruña, el acusado se declaró inocente del crimen, pero culpable "de haber ido a robar a esa casa".


Lo hizo antes de que interviniese el primero de los guardias civiles que prestó declaración y que confirmó que se encontró una huella en el pijama de la víctima que no correspondía al procesado, pero que no se pudo confirmar a qué calzado correspondía.


Antes, la fiscal, que pide una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato y tres años de cárcel por tenencia ilícita de armas, sostuvo que la muerte de la mujer en su vivienda fue "un crimen motivado por un fuerte ánimo de venganza por motivos laborales, cuyo germen es una relación personal entre la mujer del acusado y el marido de la víctima".


También calificó de "cacería" la persecución que, según explicó, hubo por parte del acusado en la propia vivienda cuando la mujer trataba de huir. Además, descartó el robo. "No se llevó ni un tenedor", expuso.
Por su parte, la acusación particular, que pide prisión permanente revisable por el asesinato, además de penas de prisión por tenencia ilícita de armas y allanamiento, descartó que el hombre accediese al lugar, junto con otro hombre, como sostiene la defensa, que pide de dos a cinco años por tentativa de robo con violencia en casa habitada. Y es que la abogada de la familia de la víctima sostiene que el acusado "actuó solo, con un plan preconcebido y asegurando de manera certera la muerte de la víctima".
 

Los hechos

En su escrito de calificación, el Ministerio Público sostiene que, sobre las 18,50 horas del 15 de enero de 2021, el acusado "accedió sorpresivamente y armado" al domicilio de la fallecida, ubicado en el citado municipio coruñés, "con la intención de acabar con la vida" de ella.


Sobre lo sucedido, explica que la víctima "se encontraba frágil y convaleciente de una operación a la que había sido sometida esa misma semana" y que se encontró con el hombre. En ese momento, se produjo por parte de este una persecución, desde la entrada de la propiedad hasta la planta superior, tratando de huir la mujer.


"Así, seguida en todo momento por el acusado, intentó escapar saliendo por la ventana del cuarto de baño de la planta superior de la vivienda, que se abre sobre el tejado del garaje del inmueble, atravesó el citado tejado y, tratando de salvarse del ataque del acusado, desde esa altura, saltó al suelo y cayó", recoge el escrito de calificación fiscal.


Tras ella, lo hizo también el hombre. "En ese mismo lugar, con la víctima lesionada y débil y, con la finalidad de darle muerte, sin posibilidad alguna de defensa, le disparó mortalmente en el cráneo con una pistola semiautomática".


Inicialmente, sobre este caso, las hipótesis de la investigación se centraron en que el hombre entró en la vivienda con la intención de robar y pudo ser sorprendido por la mujer, aunque luego se descartó y se apuntó a que el acusado, vecino de Culleredo, la conocía. Tras los hechos, fue detenido oculto en unos matorrales, con abundantes manchas de sangre en su ropa.  

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