Agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación por el asesinato de una mujer en su vivienda de Oza-Cesuras (A Coruña), en enero de 2021, han ratificado que no existe "ningún indicio" que implique a otro individuo, además del acusado, en los hechos.
"No se encuentra a ninguna persona ni ningún indicio que relacione este hecho con otra persona", ha manifestado uno de los guardias que participó en la reconstrucción del suceso, durante la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, con Tribunal del Jurado, y que continuará las próximas dos semanas.
Lo ha dicho frente a la hipótesis planteada por la defensa del procesado en la primera jornada del proceso en la que apuntó que en el momento de los hechos el encausado iba acompañado por otra persona "para realizar un robo".
En este sentido, el agente ha declarado que "desde el primer momento, no parecía un robo habitual, algo raro había" y era "complicado" que se tratase de un delito contra la propiedad.
El mismo guardia ha explicado que durante la inspección ocular de la zona se encontró "semienterrada" una bolsa plástica con un arma de fuego "que se certifica con posterioridad que es la utilizada en la muerte" de la víctima.
Además, ha indicado que, entre otras cosas, contenía un chaleco reflectante de trabajo "que coincide con el que describen los cuatro testigos" que llevaba vestido "la única persona que ven en el lugar de los hechos" y cuyo análisis, ha añadido, da "positivo en residuos de disparo y en ADN del acusado".
Entre otros testigos, este viernes también han declarado en la vista los guardias civiles que encontraron al procesado el día del suceso "en la parte de atrás de la casa", en una zona de "vegetación frondosa". "Estaba cubierto de sangre de arriba abajo no podría decirle si era sangre de él", ha puntualizado uno de ellos. "Yo no hice nada", han dicho que manifestó el encausado cuando procedieron a su detención.
En la primera sesión del juicio, tras la constitución del Tribunal del Jurado en la Audiencia Provincial de A Coruña, el acusado se declaró inocente del crimen, pero culpable "de haber ido a robar a esa casa".
Lo hizo antes de que interviniese el primero de los guardias civiles que prestó declaración y que confirmó que se encontró una huella en el pijama de la víctima que no correspondía al procesado, pero que no se pudo confirmar a qué calzado correspondía.
Antes, la fiscal, que pide una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato y tres años de cárcel por tenencia ilícita de armas, sostuvo que la muerte de la mujer en su vivienda fue "un crimen motivado por un fuerte ánimo de venganza por motivos laborales, cuyo germen es una relación personal entre la mujer del acusado y el marido de la víctima".
También calificó de "cacería" la persecución que, según explicó, hubo por parte del acusado en la propia vivienda cuando la mujer trataba de huir. Además, descartó el robo. "No se llevó ni un tenedor", expuso.
Por su parte, la acusación particular, que pide prisión permanente revisable por el asesinato, además de penas de prisión por tenencia ilícita de armas y allanamiento, descartó que el hombre accediese al lugar, junto con otro hombre, como sostiene la defensa, que pide de dos a cinco años por tentativa de robo con violencia en casa habitada. Y es que la abogada de la familia de la víctima sostiene que el acusado "actuó solo, con un plan preconcebido y asegurando de manera certera la muerte de la víctima".
En su escrito de calificación, el Ministerio Público sostiene que, sobre las 18,50 horas del 15 de enero de 2021, el acusado "accedió sorpresivamente y armado" al domicilio de la fallecida, ubicado en el citado municipio coruñés, "con la intención de acabar con la vida" de ella.
Sobre lo sucedido, explica que la víctima "se encontraba frágil y convaleciente de una operación a la que había sido sometida esa misma semana" y que se encontró con el hombre. En ese momento, se produjo por parte de este una persecución, desde la entrada de la propiedad hasta la planta superior, tratando de huir la mujer.
"Así, seguida en todo momento por el acusado, intentó escapar saliendo por la ventana del cuarto de baño de la planta superior de la vivienda, que se abre sobre el tejado del garaje del inmueble, atravesó el citado tejado y, tratando de salvarse del ataque del acusado, desde esa altura, saltó al suelo y cayó", recoge el escrito de calificación fiscal.
Tras ella, lo hizo también el hombre. "En ese mismo lugar, con la víctima lesionada y débil y, con la finalidad de darle muerte, sin posibilidad alguna de defensa, le disparó mortalmente en el cráneo con una pistola semiautomática".
Inicialmente, sobre este caso, las hipótesis de la investigación se centraron en que el hombre entró en la vivienda con la intención de robar y pudo ser sorprendido por la mujer, aunque luego se descartó y se apuntó a que el acusado, vecino de Culleredo, la conocía. Tras los hechos, fue detenido oculto en unos matorrales, con abundantes manchas de sangre en su ropa.