Reportaje | El proyecto de embalse que pudo cambiar Arteixo para siempre

Reportaje | El proyecto de embalse que pudo cambiar Arteixo para siempre
La presa de O Rexedoiro, en Sabón | Quintana

El polígono de Sabón es uno de los polos económicos más importantes de Galicia pero su ubicación y superficie pudo haber sido otra de haber salido adelante un proyecto de Fenosa en los años 60 para construir una presa hidroeléctrica en O Rañal. La iniciativa habría sumergido parte de ese núcleo de población, así como la zona escolar actual y muchas naves del mencionado parque industrial.


Así lo asegura el Ayuntamiento de Arteixo en una investigación sobre los embalses de O Rexedoiro y Meicende, un trabajo titulado ‘Caderno da auga de Arteixo’ y que desgrana los detalles de la construcción de estas infraestructuras, sus características actuales y las especies de fauna y flora que albergan, entre otros aspectos y curiosidades como los planos para crear la presa de O Rañal, presupuestada en 3,4 millones de pesetas.
 

Abastecer a la industria 

Fue el ingeniero Luciano Yordi de Carricarte quien elaboró para Fenosa en 1961 una memoria con dos proyectos de embalses, uno situado en el río Seixedo y otro en el río Arteixo o Bolaños. La compañía eléctrica buscaba explorar la posibilidad de colocar en Arteixo una masa de agua para abastecer a la incipiente industria que daba sus primeros pasos en la ciudad de A Coruña, teniendo en cuenta, además, que en aquella época no existía la presa de Cecebre –que empezó a construirse en 1974–. La propuesta para O Seixedo –O Rexedoiro– se hizo realidad posteriormente de la mano de la Diputación, que la incluyó dentro de la creación del polígono de Sabón para suministrar a las empresas, pero la obra del río Bolaños quedó olvidada.
 

Este pantano, indica la investigación de Arteixo, iba a ser similar al actual, con una forma alargada y que partiría de las proximidades de la playa de Alba hasta el mismo Balneario, por lo que el núcleo de O Rañal habría quedado bajo las aguas y el buque insignia industrial de Arteixo, Sabón, se habría desarrollado de forma totalmente distinta, quizá incluso en otra localización.


“A altura da presa é de 12,50 metros, sinalándose o máximo encoro á cota de 15 metros. A capacidade do encoro que se crea é de 1.404.540 metros cúbicos, cunha lonxitude de cola de 1.800 metros”, recoge la propuesta de Fenosa, que contemplaba la ejecución de las dos presas, una en cada río, comunicadas mediante tuberías y que pudiesen funcionar como una sola si era preciso.

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