Antaño, los coruñeses presumían de fuerte turístico con su tranvía con vistas al mar. El tranvía cejó su marcha y sus vías, en muchos tramos, solo daban disgustos a los conductores, sobre todo en días de lluvia. Poco a poco se han ido soterrando y antes de que acabe el año 700 metros más quedarán bajo tierra. Ahora en lugar de tranvía podemos presumir de metro subterráneo.