Lo bueno que tienen los expertos es que puedes echarles la culpa cuando necesitas tomar una decisión impopular. Y lo malo, es que cuando la decisión es populista y va en contra de su criterio, no tienen reparos en decirlo abiertamente. Que por algo son expertos y no políticos. Sobre la urgencia que le ha entrado al Gobierno por eliminar la obligatoriedad de llevar mascarilla en espacios interiores, los técnicos de Sanidad de las comunidades autónomas han sido tajantes: antes de Semana Santa es una barbaridad. Dicho queda. Esta vez el Ejecutivo se queda sin escudo.