Los padres con niños en edad escolar deberían celebrar el 27 de noviembre como el día más importante del año, el que se dedica a los maestros. Esos seres que responden sus mensajes de progenitores angustiados a cualquier hora del día, en fin de semana o festivo, como si no tuvieran familia propia ni vida privada. Y, lo más importante, que se preocupan por los hijos ajenos como si fueran suyos. Que no sean tímidos con los agradecimientos.