Francina Armengol hace hasta bien en no dimitir. Si lo hace sus ‘compañeros’ políticos la vacilarán, porque presentar la renuncia en este país de es de panolis. De idiotas. Alguno hasta le dirá que “deja que pase el tiempo, que enseguida esto se olvida en cuanto aprobemos esto de la amnistía. Verás como la oposición y la prensa ya ven tu historia como pasada de moda”. Y así con todo. ¿Quién va dimitir? Nadie. Como mucho cortarán alguna cabeza de algún cargo público, como hizo el ministro de Transportes ayer; pero no lo dejarán ‘huérfano’, con el tiempo verán como lo ‘enchufan’ en alguna empresa pública. Pero no, Armengol no va a ser la panoli de dimitir por algo tan grave para que luego sus ‘compis’ se rían de ella...