Dice el Instituto Galego de Estatística que las gallegas han ganado seis años de esperanza de vida con respecto a los registros anteriores (redondeando, de 81 a 87). Debería haber una legión de hijos y nietos celebrando el dato en este momento. Por lo sentimental, por supuesto, pero también por las comidas, los consejos, las soluciones... El matriarcado es así.