no están las cosas como para desaprovechar oportunidades, así que si las grandes citas del tenis internacional reniegan del antivacunas Djokovic ya estamos nosotros para recibirlo con los brazos abiertos y venderlo como reclamo. Pese a todo, es el número 1. El eslogan hay que trabajarlo, lo suyo sería algo de que en el Madrid Open sí estarán todos los tenistas de nivel, pero sin hacer mucha sangre con los otros torneos, que no nos podemos olvidar de que la idea es que juegue un tipo que se ha querido saltar la legislación sanitaria de unos cuantos países. De hecho, el alcalde de Madrid, que con esa pinta de majete las suelta a dos manos, ya ha colocado la pelota en el tejado del Gobierno, que es, al fin y al cabo el que tiene que dejar entrar o no a un potencial peligro público. Ya tenemos nueva polémica hasta abril, que es cuando se disputa el Abierto. foTO: Almeida, marcando el camino | efe