El alcalde de Ourense es un incomprendido que cual superhéroe en búsqueda del bien tiene que enfrentarse a todo tipo de peligros y superarlos, a veces, a base de fuerza bruta. El empujón a una sindicalista que, megáfono en mano, protestaba ante el ayuntamiento durante la huelga de transporte urbano de la ciudad no era otra cosa que una forma de evitar una “agresión acústica”. Ya lo dijo bien claro el propio Gonzalo Pérez Jácome, que todavía a estas horas debe de estar preguntándose qué es lo que los demás no entendemos de su forma de actuar. FOTO: Pérez Jácome, enmascarado cual superhéroe | EFE