Un edificio abandonado, una interior en su mayor parte de madera y un electrodoméstico antiguo conectado a la corriente eléctrica fueron el cóctel fatal para el incendio que obligó a una larga intervención en la plaza de Enrique IV de Betanzos. Cuatro vehículos de Bomberos, tres de Betanzos y uno de Arteixo, realizaron labores de extinción desde las 17.30 horas hasta aproximadamente las 20.45 horas. Además, durante la noche se mantuvo una labor de vigilancia y control de la temperatura para evitar nuevos focos.
También se desplazó hasta el lugar una ambulancia, pero no se encontraba nadie en el interior y los vecinos de los edificios colindantes no se vieron afectados.
Los efectivos que controlaron el fuego estiman que el inmueble lleva varios años abandono y en realidad se trataba de una especie de almacén de útiles del hogar, todos antiguos y en desuso.
Las particularidades del interior, así como el tipo de estructura, dificultaron especialmente la labor de los bomberos durante los primeros instantes.
La rapidez con la que se expandieron y la ubicación de la plaza a la orilla del río dejaron una estampa llamativa y provocó que numerosos vecinos y curiosos se acercasen para seguir las labores de extinción de las llamas.