El Parque Comarcal de Bomberos de Betanzos cerró por primera vez en sus casi veinte años de actividad al no alcanzar el número de tres efectivos para el retén diario de servicios mínimos establecido para la huelga indefinida iniciada hace casi tres semanas en instalaciones de toda Galicia.
Unos y otros, de norte a sur y de este a oeste, reclaman las “mismas condiciones para todos”, tanto para A Coruña como para Lugo, Ourense y Pontevedra. Los consorcios que los gestionan están participados a medias por la Xunta (50%) y las diputaciones (50%) y, después de veinte días de huelga, no hubo avances, solo una conversación con la Dirección Xeral de Emerxencias.
“Nos emplazan al mes de septiembre y eso no puede ser... Estamos dispuestos a aguantar, a llegar donde sea necesario”, indican los responsables sindicales, que advierten de que “de nosotros siempre se acuerdan a ‘toro pasado’, y no podemos seguir con esta situación porque además no reclamamos nada más que lo que nos corresponde”, añaden desde Betanzos.
Los convocantes denuncian una “improvisación constante” y escasez de medios materiales y humanos, con tres bomberos por guardia y una media de edad de edad de 47. “Este martes, en Betanzos había una baja prevista que no se cubrió y lo que decidieron fue enviar a los dos que estaban al Parque de Arteixo”.
Una situación que dejó sin servicio a los más de 65.000 habitantes de los municipios a los que atienden desde las instalaciones del Polígono de Piadela.
Las guardias son de cuatro o de tres bomberos, y cuando en un centro son cuatro y en otro están solo dos, mueven a uno para que así se cubran los dos retenes con tres efectivos, algo que no deja de ser un ‘parche’ y que no sirve cuando los números no son suficientes, como reconocen los del área de A Coruña.
Este martes no había ninguno con cuatro en toda la provincia y “los servicios mínimos son tres”, con lo que se optó por cerrar Betanzos. A los dos que sí estaban, los trasladaron hasta Arteixo.
“Las administraciones se pasan la ‘patata caliente’ unas a otras y ninguna ofrece soluciones” y los efectivos, cansados de solicitar que cumplan lo comprometido, se niegan a hacer horas extras mientras no se disponga de un convenio autonómico con las mismas condiciones para toda Galicia.
En Piadela, con el centro cerrado a ‘cal y canto’, una pancarta avisa a quienes circulen por la zona: “Pechado por mala xestión”.
En cuanto a las consecuencias, advierten de las del tiempo de respuesta si se da una emergencia en Aranga o en Paderne y tienen que acudir desde Arteixo. “¿Qué pasa si se registra un incendio en Irixoa? Si tienen que desplazarse desde Arteixo... Cuando lleguen no encuentran nada ya ¿De quién es la culpa? De los bomberos no, desde luego”.