Llevan casi un decenio ‘revolucionando’ el Entroido en Betanzos y O Eume. Estos vecinos de Bemantes, en Miño, a medio camino entre ambas comarcas, supieron combinar como nadie tradición e innovación para volver a celebrar los excesos, la improvisación y la creatividad carnavaleros y acercar la alegría a cada uno de los núcleos del entorno, tanto de Miño como de Pontedeume o Vilarmaior.
Lo hicieron en carreta rociera y en una embarcación de las que suben a Os Caneiros. Antes incluso que la célebre imitación de la ceremonia de apertura de los Juegos de París. Este año, además de entusiasmo e imaginación, le pusieron mucha paciencia y “meses se anticipación”, explica uno de los artífices de esta ilusión colectiva, Manuel Carpente. Todo el vestuario está hecho con granos, mazorcas y hojas de maíz recogidas “hace tiempo”, y hasta la puesta en escena se realiza alrededor de este cultivo tradicional, con una coreografía que esta tarde llevarán hasta Rabazal, en el centro urbano miñense, donde se celebra el concurso del Entroido 2025.
Carpente es uno de los responsables de este éxito: “Siempre lo alargamos hasta el Entroido Pequeno y este año también lo adelantamos porque estuvimos hace unos días en el concurso de La Flor de Montouto”. Ahí están, animando las calles y las aldeas hasta el Domingo de Piñata.