La paz en Cambre ha durado solo un año. Los dos bandos históricamente enfrentados, el de los castrexos y el de los romanos, volvieron a empuñar las armas en la VII Galaicoi. La declaración de guerra llegó después de celebrarse la asamblea de los clanes, marcando el inicio de numerosas escaramuzas y batallas que se prolongarán durante todo el fin de semana. El enfrentamiento concluirá mañana con la firma de una tregua de 365 días.

La cita, que se ha convertido en una de las imprescindibles del verano cambrés, congregará a miles de personas en el castro local y el entorno de la casa consistorial y la iglesia románica. La calle Wenceslao Fernández Flórez acoge un mercado galaico-romano con alrededor de 50 puestos, talleres de oficios tradicionales (acuñación de monedas, talla en piedra, elaboración de perfumes, forja artística, ebanistería), animación musical y representaciones teatrales, entre otras muchas propuestas.

El enclave favorito del público es, como siempre, el castro, con diferentes cabañas y una representación de lo que sería una vivienda castrexa en la época. Más de 25 asociaciones vecinales, culturales y deportivas pueblan esta zona desde ayer y vivirán su día grande hoy, sábado, con diferentes comidas populares, música y actividades para todos los públicos como las Olimpiadas castrexas. A las 12.00 horas tendrá lugar uno de los enfrentamientos entre los dos bandos, mientras que a las 19.00 horas será el asedio y el asalto al castro.

Puesta en valor del castro

El concejal de la Axencia de Desarrollo Local, Patrimonio y Turismo, Ramón Boga, indicó en la presentación del evento que Galaicoi sirve “para poñer en valor o extenso patrimonio histórico de Cambre e, particularmente, a pegada que estas civilizacións deixaron no noso municipio”. 

“O castro de Cambre antes da Galaicoi era impenetrable e hoxe é un lugar semipúblico. Antes poucos sabíamos quen vivía nos castros e hoxe todas as parroquias saben algo de recreación histórica”, dijo.