Inusual rescate en O Burgo. Dos individuos, aparentemente bajo la influencia de alguna sustancia, se adentraron en la ría “para refrescarse” y, por causas que todavía se desconocen o que aún no han trascendido, quedaron atrapados en una zona de lodos, sin saber cómo ni hacia dónde ir para salir del agua, en las inmediaciones del puente que une Culleredo y Cambre.
Las escenas protagonizadas por ambos varones –uno de ellos completamente desnudo y el otro con el torso descubierto– causó enorme expectación entre los vecinos, que trataron de hacerles señas desde el paseo sin demasiado éxito y que, ante el temor de que la situación se complicase todavía más, alertaron a los servicios de emergencias, que se desplazaron de inmediato hasta allí y, por distintos medios, “los guiaron hasta la orilla”, explicaron desde el Ayuntamiento de Cambre. Un tercer hombre que los acompañaba pero que logró salir sin dificultad, les daba indicaciones desde el lado de O Temple.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron la Policía Local, la Guardia Civil y el Servicio Municipal de Emergencias de Cambre. Tras varios minutos de incertidumbre y algunos momentos de tensión, los dos implicados salieron andando por las escaleras situadas en las inmediaciones de la Casa de las Palmeras, donde los cuerpos de seguridad escucharon sus explicaciones.
Casi a la misma hora, alrededor de las 15.30, el 112 alertó a Emergencias de Oleiros de un posible incendio en Santa Cruz.
Los vecinos de un edificio se habían puesto en contacto con el centro de coordinación advirtiendo de un fuerte olor a humo proveniente de un piso en el que no respondía nadie.
Una dotación de bomberos del Servicio de Emergencias de Oleiros se desplazó de inmediato hasta el inmueble, en la calle Francisco Comesaña de Santa Cruz, donde ya se encontraba una patrulla de la Policía Local.
En ese momento, el olor a humo en la entrada de la vivienda era ya muy intenso y se manifestaba hacia el exterior.
Tras estudiar las distintas opciones de acceso a la vivienda, los efectivos trasladados hasta el edificio decidieron forzar la puerta principal y entrar equipados y con los medios de extinción pertinentes.
Una vez en el interior, registraron el piso, comprobaron que no había víctimas y localizaron el foco del incendio, que resultó ser una olla con comida que permanecía al fuego.
Después de “desalimentar el fuego” y despejar el humo de la estancia más afectada utilizando la ventilación forzada, se realizaron las correspondientes mediciones de gases, y cuando resultaron negativas, se dio por finalizado el servicio, con lo que regresaron a la base de Emergencias de Oleiros.