“Os traballadores do Concello de Cambre, co motivo doutro pleno máis sen levar melloras para os escasos e productivos traballadores que estamos a empuxar un barco con necesidade de moitas melloras en todos os ámbitos, asistimos ao enterro dos nosos dereitos. Ao enterro da nosa dignidade, da nosa saude laboral, da nosa saúde mental, da nosa economía familiar, da nosa dignidade como traballadores”, clamaba la portavoz del personal municipal que, ante la fachada de la casa consistorial, parodiaba con una procesión fúnebre la actual situación laboral que atraviesa.

La movilización es la tercera que lleva a cabo el colectivo desde que decidieron mostrar públicamente su malestar por sus condiciones laborales. Insiste en reclamar soluciones “urxentes á situación extrema na que nos atopamos”.

La delegada de la CIG, Vanessa Paz, reconoce que el Gobierno local, presidido por María Pan, citó a una representación del personal a una mesa de negociación que resultó infructuosa.

La protesta se celebró pocos minutos antes de las 11.00 horas, momento en el que se inició el pleno correspondiente a marzo. La sesión como estaba previsto fue bastante bronca e incluso varios asistentes fueron expulsados de la sala por interrumpir las intervenciones de los ediles.

Por otra parte, la corporación rechazó, con los votos en contra de PSOE, PP y BNG, un modificativo de crédito para hacer frente a facturas pendientes de pago y a un cambio en la Relación de puestos de trabajo (RPT).