Riazor se llenaba ayer de flopis rojos. Los portaban 83 jóvenes aspirantes a convertirse en los socorristas y jefes de playa de este verano en los arenales coruñeses. Tras una recepción junto a las escaleras del Playa Club donde los de la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia (Fessga) pasaron lista, el grupo se posicionó en la arena junto a una bandera verde, que marcaba la línea de salida.
Desde allí y con el flotador en ristre, los participantes iniciaron una carrera de 150 metros en la que los más rápidos fueron cogiendo ventaja para lanzarse al agua bien posicionados. Una vez en el mar, los 83 iniciaron una travesía de 300 metros con parada incluida. En una boya colocada a 200 metros, tuvieron que simular un rescate clicándose el flopi como si reflotaran a un cuerpo hasta la orilla.
Con el elemento ajustado al cuerpo, nadaron otros cien metros más hasta alcanzar tierra y cruzar la línea de meta. Lo hicieron por turnos y con el apoyo de profesionales que vigilaban en el agua desde lanchas motoras y desde tierra que todos llegasen sanos y salvos. Al final de la partida, los 83 marcharon con la idea de hacer media con las demás pruebas, la teórica que realizaban hace unos días, y la entrevista personal, para la que los llamarán en la próxima semana.
La presidenta de la Federación de Salvamento, Nuria Rodríguez, explicaba que también se tendrá en cuenta el curriculum vitae y que las físicas tendrán más puntuación que el resto. La responsable calculaba que para el 30 de mayo ya tendrán seleccionado el equipo que se pondrá la camiseta de socorrista del 15 de junio al 16 de septiembre. Rodríguez destacaba el aumento de la media de edad de los candidatos, que se sitúa en los veintimuchos años cuando antes rozaba la veintena. Esto se debe a las pocas opciones de incorporarse al mercado laboral de los jóvenes.
Entre los aspirantes, Antonio Gómez esperaba repetir un verano más en la bahía coruñesa porque “es una manera de ganarse un sobresueldo de forma temporal”. Lo mismo opinaba Bruno Louriño, que lleva once años vigilando que ningún bañista se encuentre en peligro: “Lo de presentarme ya lo hago por sistema”. Por otra parte y aunque A Coruña es de los ayuntamientos donde más tiempo tiene vigilancia, la idea de prolongar el servicio les parece bien porque cuanto más control haya, mejor. n