El abogado Marcos Judel participaba ayer en el segundo congreso “e-Commerce” para hablar de cómo internet dejó de ser un escaparate para los negocios donde poco más que saludaban al usuario para convertirse en un reclamo, “un contrátame ya”, en el que ha tenido mucho que ver el hecho de que comprar en la red, es ya un gesto habitual. Capaz de compaginarse con otras actividades: “Ahora se hace un pedido mientras se ve la televisión”.
El experto explicaba a los asistentes las ventajas de hacer las cosas bien desde el principio: “Se puede emprender con responsabilidad”, con un gasto legal que se adelante a los problemas y que siente las bases de un proyecto a largo plazo.
Porque la etiqueta de emprendedor se la saca el empresario una vez que entra en la segunda fase, Marcos animaba a los presentes a lanzarse a darle forma a una idea. Lo que no se puede hacer, advertía, es creerse un aspirante a inventar un segundo google que supla al buscador o en conseguir un contrato multimillonario de Telefónica en el primer asalto.
La carrera es larga y aquí es válido aquel dicho que asegura que siempre es mejor “despacito y con buena letra”. Para Judel, “el objetivo no es emprender sino ser empresario y obtener beneficios sociales, generar riquezas...”. De ahí que antes de lanzarse al río sin flotador, el especialista recomienda realizar un DAFO, en el que estudiar cuáles son las amenazas y fortalezas del proyecto.
Y es que en la red hay muchos pros, pero también alguna que otra contra como los copiones que no solo plagian el modelo, sino que lo mejoran un poquito. Por ese motivo, el abogado afirma que un negocio on line requiere mucho esfuerzo. También es importante conocer los errores de los demás para aprender y saltar los vallas sin tropezar como el vecino.
No hay que perder el tiempo en un mundo donde las leyes se van adaptando al momento presente. Marcos recuerda que la Ley de Defensa de Consumidores y Usuario ha modificado el período del que dispone el cliente para realizar un cambio: “En un comercio físico lo ves, te lo pruebas y te lo llevas, pero aquí no”.
Así es que la red permite al navegante enviar el producto de vuelta sin costes adicionales y en un plazo de 14 días, en lugar de los siete anteriores: “Lo que no entran son los alimentos perecederos o hechos a medida como los iPhone en los que la gente grababa su nombre”. Judel comentaba que en esto de las páginas web, cuanto más claro esté todo mejor.
Esto genera más confianza en el curioso. Después está el boca a boca y un desembolso por parte del emprendedor en márketing: “Que ningún emprendedor piense que con tener una página web, ya está”. Es necesario llegar al público objetivo y escribir los planes de negocio: “Sobre quién soy y adónde me quiero dirigir”. Para sintonizarlo con una parte legal que pide que las condiciones se sirvan en bandeja.
Marcos dice que no es como antes. En la actualidad, el usuario sabe mucho y no se fía de los rincones web que no especifican añadidos como el IVA o los gastos de transporte. Cuando todo está confuso, se marcha sin dejar rastro. Su asistencia en el congreso pasó por concienciar a la gente de que las cosas es mejor hacerlas bien desde el principio del cuento. Cuando la palabra “érase” da paso a la acción. n