La iglesia castrense de San Andrés es una capilla con antecedentes históricos que se sitúa en la calle del mismo nombre y cuyo edificio existía desde el siglo XII. Su pórtico original fue trasladado a la antigua fortaleza de la ciudad y colocado como puerta del Archivo Provincial del Reino de Galicia en O Parrote. Aquella capilla era entonces del Gremio de los Mareantes y contaba también con hospital.
Durante la invasión inglesa de 1589 el templo de San Andrés queda reducido a cenizas, siendo posteriormente restaurado de forma parcial. Por ello la nueva iglesia ocupa el antiguo solar de aquella capilla-hospital, con una mayor extensión de lo que antiguamente tenía. El lugar estaba administrado por la Hermandad de la Paz y Misericordia y dicha Congregación recibió en el mes de junio de 1879 del Ayuntamiento un oficio para cerrar la capilla al culto, debido al estado ruinoso de su techumbre, que amenazaba con desplomarse sobre las cabezas de los feligreses, lo que aconteció a los pocos días.
Para intentar arreglar dicha capilla se procedió a una cuestación popular y se llegó a recaudar unos diecisiete mil reales, pero esa cantidad no llegaba ni de lejos para los gastos que requería. En medio de esta reflexión, se interesaron por el templo para proceder a su restauración los padres jesuitas. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo debido a que la hermandad pretendía que el solar fuese de su propia titularidad entre otras condiciones.
El 1 de mayo de 1881 se dio a conocer que la persona más interesada en la reedificación del templo era Eusebio da Guarda González, banquero de A Coruña, con la condición de que cuando falleciesen él y su esposa fuesen enterrados en dicho templo.La hermandad aceptó el acuerdo y la capilla quedó bajo la dirección de los padres jesuitas sin ninguna intervención de la hermandad, que no podría mezclarse bajo ningún pretexto ni motivo. Además, se adquirieron las casas números 46 y 48 de San Andrés y el número 2 del Pórtico, para edificar la nueva iglesia.
El nuevo templo que hoy se observa se levantó a costa del patrimonio de Eusebio da Guarda y de Modesta Goicouría y ambos fueron enterrados bajo el altar mayor. El arquitecto santiagués Faustino Domínguez Coumes-Gay se encargó de dirigir las obras.
El rey Alfonso XII y su esposa la reina María Cristina visitaron el lugar en 1884 con motivo de su viaje a Galicia.
Ya el 17 de mayo de 1890 se inauguró la iglesia de San Andrés, después de ser levantada por Eusebio da Guarda. Al inicio de las obras, la Cofradía de los Mareantes había reclamado que era la propietaria histórica de aquel solar, que venía a ser la Cofradía de la Vera Cruz y también la Hermandad de la Paz y Misericordia, ya con estos nombres era conocida. Esto dará lugar a que el propio Eusebio da Guarda tenga numerosos problemas con aquella, hasta el punto de que el día de la bendición, el mismo Eusebio se negó a dar las llaves del templo, recurriendo el cabildo al Gobernador civil y al alcalde José Marchesi y Dalmau para que procediesen a la apertura. Estos se vieron obligados a ordenar la apertura de la puerta de la sacristía, para poder penetrar, descerrajando la cerradura y abriendo de este modo el templo a la ciudadanía.
Bendición oficial
Aunque la bendición oficial se llevó a efecto el 25 del mismo mes por el arzobispo José Martín Herrera, venido de Santiago a este fin, el domingo 18 ya se había celebrado en ella la primera misa a los feligreses de la ciudad.
El deseo de la propiedad en que se basaba el Gremio de los Mareantes encuentra la puerta cerrada a sus aspiraciones en 1884, cuando estos remiten una instancia al Arzobispado de Santiago haciendo valer sus derechos. En 1885, según aquella institución eclesiástica, por medio de un informe se señala que el referido Gremio, estaba abolido por la ley vigente, que daba por extinguidos todos los gremios.
El templo es de una única nave con cinco bóvedas, sus ventanas están abiertas bajo cada una de las mismas bóvedas, las cuales son alargadas y estrechas. Las del presbiterio albergan unas vidrieras de pinturas alemanas, que representan a San Valentín y San Lázaro, en el centro del ábside, y se levanta un bello tabernáculo que es obra del maestro carpintero, Santos Rey.
obras de arte
En el altar figuran reproducciones del Redentor, también de los cuatro evangelios y de los apóstoles San Pedro y San Pablo, obras estas del artista coruñés César López Vanderlacken. También se hallan como interesantes los confesionarios y limosneros, diseñados por el mismo arquitecto de la obra. Su órgano es de procedencia alemana e instalado en 1883 por la firma Richard Ibarch.
Al interior de la iglesia se accede por dos entradas, una situada en la parte lateral de San Andrés, estando esta coronada por un arco de medio punto, con motivos florales y apoyado sobre unas columnas. Mientras, la entrada principal, encima de la cual existe una placa que recoge la fecha de su reconstrucción, presenta una fachada de rica decoración en piedra de diversos motivos, culminando con una amplia y puntiaguda torre, que da cuerpo e interés a todo el templo. El proyecto de Coumes-Gay era dar a este capilla un realce medieval románico de vistosidad y sencillo en cuanto a su acceso al culto.
El 26 de abril de 1938 el clero castrense se hizo cargo de la iglesia de San Andrés, por encomienda de la autoridad eclesiástica del Arzobispado de Santiago.
El lugar donde se custodian los restos de Eusebio da Guarda y de su esposa Modesta Goicouría es un arca de fino mármol de Carrara, obra de un escultor italiano y rodeada de una artística balaustrada que se haya a espaldas del Altar Mayor. Además, en el templo se hallan los iconos de San Eusebio y Santa Modesta.