El Ayuntamiento de Culleredo daba ayer la bienvenida a su Feria de Artesanía de la que, pese a la lluvia matinal, fueron partícipes más de 60 puestos.
La feria abría sus puertas al público, en la plaza de Europa, a las 11.00 horas y no las cerraría hasta las 20.00 horas. La lluvia matinal echó a algunos para atrás, incluso a algún puesto que no llegó a instalarse, pero eso no impidió que, durante toda la jornada, multitud de asistentes se acercasen a la plaza para comprobar de primera mano como manufactureros y manufactureras locales, y llegados de toda Galicia, expusieron productos hechos en cuero, mimbre o vidrio.
En total, fueron 62 los puestos que participaron ayer de la feria, que ofrecieron una amplía variedad de productos artesanales de todo tipo.
Pero no todo fueron puestos de venta, sino que también hubo tiempo y espacio para la cultura, con diversas actuación durante todo el día.
En torno a las 12.00 horas, se sucedieron las actuaciones folclóricas, que corrieron a cargo de Ancoradoira y Catalmibre, para amenizar la jornada matinal.
La lluvia trató de aguar la fiesta, pero nada más lejos de la realidad. La actuación de Ancoradoira se trasladó al auditorio de Servicios Múltiples para poder celebrarse igualmente.
Por otro lado, el Mago Antón se dio cita en la plaza de Galicia, con “Mil maxias máis”, un espectáculo que se repitió por la tarde, con la celebración de más pases.
“A Discocleta do Señor Lilí” fue el broche final, desde media tarde. Se trata de un antiguo triciclo de los años 60 que se dedicaba al reparto de leche, pero que está adecuado para hacer vibrar a los presentes con formatos sonoros antiguos.