Un centenar de familiares y amigos se han acercado este jueves al tanatorio de Sant Gervasi de Barcelona para dar su último adiós en una ceremonia íntima a la modelo, actriz, presentadora y empresaria Teresa Gimpera, musa de la 'Gauche Divine', que falleció el martes a los 87 años.
A diferencia de ayer, cuando acudieron a la capilla ardiente personalidades como el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, o la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, el funeral de hoy se ha desarrollado en un ambiente más íntimo.
Entre los asistentes se encontraban los periodistas Alberto Om y Cristina Puig, quienes han querido despedirse de la modelo publicitaria y actriz de cine, teatro y televisión, a quien entrevistaron durante su etapa en televisión.
Gimpera falleció este martes a la edad de 87 años, dejando un gran legado en la gran pantalla, especialmente durante los años 60 y 70, con títulos como 'El espíritu de la colmena' (1973), de Víctor Erice, o 'El conde Drácula' (1970), de Jesús Franco.
Conocida como la musa de la 'Gauche Divine', Teresa Gimpera se convirtió en el rostro de una época con una belleza nórdica y una imagen de mujer sofisticada que la llevaron a ser una de las actrices y modelos más fotogénicas de España.
Todo ello, sumado a su incontestable carisma y elegancia, fueron motivos suficientes para que, en 1969, ya superada la treintena y madre de tres hijos, se presentara a dos concursos de belleza donde se proclamó Lady España y Lady Europa.
Después de fundar en 1986 su propia escuela de modelos, Gimpera ganó en 1990 el premio ACE de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York a la mejor actriz secundaria por su papel en 'Asignatura aprobada' y en 2006 el premio Zoom a la trayectoria profesional, entre otros reconocimientos.
En declaraciones a los medios, Collboni aseguró ayer que Gimpera es "una de las figuras más representativas de una época brillante de la historia de Barcelona", y que tanto ella como toda su generación aportaron a la ciudad "gran parte de su carácter y de la personalidad que hoy tiene".
"Fueron una generación de hombres y mujeres transgresores, que hicieron de la ciudad de Barcelona una ciudad abierta, cosmopolita, innovadora, moderna", afirmó el alcalde.