La actriz norteamericana Meg Ryan presenta en el 8 Festival Internacional de Cine de Barcelona Sant Jordi (BCN Film Fest) su segunda película como directora, la comedia romántica 'Lo que queda después', que coprotagoniza junto a David Duchovny, y ha asegurado que "el cinismo es demasiado fácil".
Lo ha dicho en un encuentro con medios este domingo en Barcelona al ser preguntada por si el mundo es cada vez menos romántico y más cínico, y ha dicho que desconoce si lo es más o menos, pero está "orgullosa de que no sea una película cínica".
Ryan presenta su película este domingo por la noche en el BCN Film Fest, donde es una de las principales presencias internacionales de esta edición del festival junto a la del director Richard Linklater.
En 'Lo que queda después', Wilha (Meg Ryan) y William (David Duchovny), amantes en la juventud, se encuentran parados en un aeropuerto en medio de una tormenta de nieve que hace cancelar todos los vuelos y, a la espera de que sus conexiones aéreas se reanuden, se enfrentan a sus malentendidos en el pasado.
Ha explicado que las comedias románticas miran hacia el futuro pero que ella lo ha hecho "hacia el pasado", buscando una oportunidad para desenredar los malentendidos de sus protagonistas, una mirada al pasado que también se nota en lo musical con una crítica continua del personaje de Duchovny a los algoritmos.
Ha subrayado que la película es una comedia pero con tramas subyacentes como la melancolía, la nostalgia, el hecho de tener hijos y el fracaso, que puede ser "útil", y considera que hay profundidad tanto en la luz como en la oscuridad.
Ryan, que construyó parejas icónicas con Billy Crystal y Tom Hanks en 'Cuando Harry encontró a Sally' y 'Tienes un e-mail', ha alabado a Duchovny, "un socio fantástico", y ha constatado que muchos espectadores se sienten identificados con su personaje.
La actriz ha recordado a grandes directoras que la dirigieron y que le han servido como ejemplo en su faceta como realizadora, como Nora Ephron, Jane Campion y Diane Keaton, y ha subrayado que con Ephron hizo cuatro películas: "Fue parte de mi vida", y la define como amiga y mentora.
"Nunca pensé que por ser mujer era un trabajo que no podía hacer. Probablemente es porque había visto a estas mujeres haciéndolo y lo hacían en una época en la que no había muchas mujeres dirigiendo", ha añadido.
Ha asegurado que la industria de Hollywood es "una forma artística mercantil, dos términos que a veces se anulan", y ha subrayado la suerte que tuvo de trabajar con directoras tan creativas como ellas.
La actriz y directora considera que la posición de la mujer en la industria del cine ha mejorado, pero que en algunos aspectos se ha retrocedido y en otros se ha avanzado, "como en todo".
Además, ha defendido la valentía de Campion con el thriller erótico 'En carne viva', y ha aprovechado para recordar una entrevista que le hicieron a la propia Ryan por aquella película y que asegura que se enseña en la universidad como ejemplo mala entrevista.