El director gallego Alberto Vázquez presenta hoy en el Festival de cine de animación de Annecy (Francia), uno de los más importantes del mundo, su largometraje "Unicorn Wars", un alegato antibelicista de coproducción francesa que compite en la Sección Oficial del certamen.

Se trata del nuevo trabajo del director gallego, ganador de tres premios Goya, dos como cortometrajista de animación por "Birdboy" (2011) y "Decorado" (2016) y por su primer largometraje, "Psiconautas, los niños olvidados" (2017), que llega tras seis años de trabajo.

La película ha despertado gran expectación en el festival, con todas las entradas vendidas para la premier de hoy, ya que la obra del gallego es muy apreciada en el prestigioso festival, donde ya consiguió el premio especial del jurado con su corto "Homeles Home" en 2020. Con Vázquez, hoy acudirán a la premier del film los productores Iván Miñambres (UniKo) y Chelo Loueiro (Abano) y el compositor de la banda sonora Joseba Beristain.

"Unicorn Wars" es un cuento fantástico antibelicista que reflexiona que sobre el origen de todas las guerras, y que llega al festival en un momento crítico, cuando Europa vive una cruenta guerra en Ucrania.

En la cinta, se cuenta una guerra ancestral entre osos y unicornios; mientras el ejército osito adoctrina a jóvenes reclutas para la guerra que libran contra los unicornios, los hermanos Azulín y Gordi serán enviados a una peligrosa misión para salvar el Bosque Mágico. A la vez, los hermanos sostienen una batalla interna en pugna por el amor materno.

"El universo de Alberto Vázquez hace de 'Unicorn Wars' una de las películas de animación 2D más arriesgadas y con mayor personalidad que se den en el panorama internacional", ha señalado el responsable de la productora Uniko, quien asegura que se trata de la producción "más ambiciosa" realizada por su productora hasta la fecha.

"Tiene todos los ingredientes que normalmente no suelen darse en una película de animación 2D por su complejidad: batallas, efectos, multitud de planos, cientos de personajes...etc. y es algo que el público lo agradecerá cuando la vea puesto que hace una película rica y diversa", ha considerado Miñambres.

Por su parte, el director ha comentado que "Unicorn Wars" es "una especie de fábula sin moraleja" con la que no quiere transmitir ningún mensaje, sino provocar emociones y conflictos en el espectador y "que quede un poco en shock".

También en Annecy compite, en el apartado Contrechamp Competition, otra coproducción española, con Francia y Portugal, titulada "Los demonios de barro", del portugués Nuno Beato, que cuenta con las voces de intérpretes gallegos como Isabel Navieira, Monti Castiñeiras, Ledicia Sola o Celso Bugallo.

La película, inspirada visualmente en la cerámica tradicional portuguesa, cuenta la historia de Rosa y del retorno a sus raíces y a la vida natural de campo y su aldea natal.

El festival, que se celebra hasta mañana sábado en la localidad francesa, vivió ayer, con lleno total, uno de los momentos más esperados del certamen con la proyección de un fragmento de "Pinocho", la primera cinta de animación del mexicano Guillermo del Toro, que lleva quince años en preparación y que, finalmente, podrá ser estrenada estas próximas navidades gracias al apoyo de Netflix.

El cineasta, autor de películas como "La forma del agua" o "El laberinto del fauno", mostró tan solo ocho minutos de su obra, rodada con la técnica stop-motion, una nueva adaptación del cuento de Carlo Collodi, pero que sigue más fielmente la historia de terror del niño de madera.

Del Toro ha ambientado la historia en la Italia de entreguerras, justo antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando el país asiste al auge del fascismo y la llegada al poder de Mussolini.

El fragmento que se vio ayer mostraba el complejo nacimiento de un niño de madera saliendo de un amenazante enrejado de ramas con movimientos de araña, con un Geppeto de ojos enrojecidos, bastante alejado de la mimosa historia contada por Disney en 1940.

"Es una película muy personal. Hay dos historias que guardan una gran relación conmigo y con mi padre, Frankenstein y Pinocho -dijo Del Toro a la audiencia que ayer le aclamaba en Annecy-. Y ambas hablan de la importancia de la desobediencia, de lo frágil que es la vida y de cómo la muerte nos hace humanos".