El próximo cinco de junio A Coruña será la sede de la primera carrera Runki, a la que vendrán cientos de corredores de toda España. Es un evento que se celebra por primera vez en nuestro país.
Uno de los organizadores es José Luis Fernández Gallego, miembro del club ‘Marines Enki’, quien nos explica cómo será el acontecimiento y la experiencia con los jóvenes en Riazor el pasado sábado.
¿Cómo es tu hijo Mario?
Es un niño de origen etíope, que ya tiene ocho años, que vino a España prácticamente recién nacido, con cuatro meses. No sabíamos que tenía ninguna discapacidad hasta que después, una vez aquí, empezaron a ver que su desarrollo no era el normal. Tiene una parálisis cerebral que le afecta a la movilidad porque no camina y va en silla de ruedas. Es un niño superalegre, superdivertido, al que le encanta salir a correr con los Marines.
¿Cómo lo pasó en Riazor?
Le gustó mucho el ambiente, lo que pasa que Mario se sobresalta, se asusta mucho con los ruidos inesperados. Al poco tiempo lo tuvimos que sacar porque, claro, en el estadio, con el ambiente, son todo ruidos inesperados. Disfrutó más del ambiente desde abajo, de cuando salieron los jugadores, la foto y demás, pero los ruidos del ‘huy’, del gol y demás no los lleva del todo bien, cosa que Inés y Pedro sí, vieron todo el partido encantados.
Entiendo que toda la sociedad hemos de visibilizar bien lo que hacéis, lo que sentís…
Sobre todo normalizar situaciones. Hasta poco a nosotros no nos pemitían correr con las carros, ahora parece habitual que podamos ir a las carreras y correr con carros, pero hasta hace poco no. Hay otras asociaciones en España, igual que pueda ser Enki aquí en Coruña, que también corren con niños con discapacidad y te das cuenta que los problemas son los mismos; en otras autonomías te dicen lo mismo. Por eso cuando creamos la carrera Runki la intención fue la de juntarnos todos esos colectivos de España. Nunca se había hecho, ni hasta ahora. Por eso queríamos hacerla todos juntos, aquí en Coruña, y al mismo tiempo visibilizar la discapacidad inclusiva en una carrera en la que participamos todos juntos. De ahí el objetivo de Runki. Va a premiar las categorías absolutas con unos premios superatractivos pero al mismo tiempo, se puede correr y se puede competir personas con discapacidad y sin discapacidad. Ése es el objetivo, estar todos juntos.
Será una celebración y será para todo el mundo.
Queremos que sea una fiesta. La gente que la pueda hacer corriendo. La gente que no tenga la capacidad física suficiente la pueda hacer andando, pero la idea es que sea una carrera distinta a las que ha habido hasta ahora. Que haya mucha animación en la calle, que nosotros pongamos mucha animación a lo largo de todo el recorrido y que podamos disfrutar todos, seas atleta de nivel que quieras venir a hacer una marca… la podrás hacer, pero en una carrera adaptada para todos. Intentamos que sea accesible para los niños, que la puedan hacer de una manera divertida, por eso lo de la animación, pero queremos que sea una auténtica fiesta.
Imagino el enorme trabajo para poner todo en marcha.
Hasta que estás dentro no te das cuenta del trabajo que hay detrás. Es el de muchas personas, fuera de su jornada laboral porque no se dedican a esto y lleva mucho tiempo organizarlo todo. Hablar con los colectivos que vienen de toda España, organizar recursos económicos para que la carrera se pueda desarrollar, hablar con instituciones, medios de comunicación, hay mucho esfuerzo detrás pero cuando haces las cosas con ilusión y ganas no se considera un trabajo. Es otra historia y es lo que pretendemos con Runki.
Visibilizar la discapacidad.
Puedes tener un hijo con una discapacidad y tener una vida normal. Una familia puedes hacer prácticamente lo mismo teniendo un niño con discapacidad que otra que no lo tiene. Hay que visibilizar. A veces lo que desconoces da miedo y con las personas con discapacidad sucede esto. Cuando la gente está con Mario, con Pedro o con Inés, ven que son niños que tienen otra capacidad, pero como solemos decir, tienen otras capacidades, ese miedo se acaba. Lo que pretendemos es eso, que la gente vea que las personas con discapacidad tienen unas dificultades en la vida, como una persona que usa gafas o como la persona que tiene otro problema. Hay que normalizarlo.