El Deportivo logró su primera victoria a domicilio en 2023 y aprovechó el pinchazo del Alcorcón en Vigo. No hubo plasticidad, pero sí practicidad. Un disparo ajustado de Lebedenko y el manejo, por una vez, del otro fútbol, permitió a los blanquiazules conquistar un campo inexpugnable desde hacía tres meses sin goles visitantes en los seis últimos duelos. Así que, aunque el Talavera está en descenso, el triunfo blanquiazul tiene mérito. 

Con el debate abierto sobre el conformismo del Depor (sigue en vigor)  y también sobre el estado de las superficies de juego, el cuadro local no escatimó con el riego del campo. Conectó las mangueras dos veces en el calentamiento. Un equipo valiente, como presumía su entrenador, Pedro Díaz, en una entrevista con este diario días antes del encuentro. Decía que es más fácil serlo siendo el Deportivo o el Córdoba que con un equipo que empezó la temporada con un punto en nueve jornadas pero que reaccionó de su mano y que llevaba seis partidos sin encajar goles en su campo. Una buena marca.

El Deportivo, con las bajas de Raúl, Svensson, Kuki y Jaime Sánchez se presentó con Lapeña en el centro de la zaga y Rubén Díez en la medular. En la salida del balón, Olabe se incrustó entre centrales y Rubén ayudó en la construcción desde campo propio. 

El equipo coruñés no concedió minutos de tanteo. Sorprendió con un posicionamiento muy alto en el arranque del choque. Quiso poner rápido el marcador a su favor. La presión de Quiles provocó el primer corner en el minuto inicial de partido y desde la esquina sirvió Lucas para que Pablo Martínez cabeceara alto. Fue el primer aviso. 

Los dos siguientes los protagonizó Diego Villares, que se encontró con las paradas de Biel Ribas. El centrocampista perdonó a los 11 minutos tras una buena acción de Lucas Pérez. El disparo le salió centrado al vilalbés y el guardameta atajó en dos tiempos. 

El Talavera aceptó el toma y daca y Olabe se cruzó a tiempo en un disparo de Escudero para que no cogiera la dirección a portería. Después, un centro de Álvaro Juan desde la derecha lo cabeceó Buenacasa picado en el segundo palo sin problemas para Mackay. El guardameta resbaló posteriormente en un centro-chut de Parra y estuvo a punto de costarle un disgusto. Miró los tacos, el césped, y tiró para delante.

El equipo coruñés pasó momentos de ciertos apuros y de imprecisión de los que se sobrepuso antes de la media hora. De la presión alta del Talavera salió bien el Deportivo con un despeje orientado de Soriano hacia la medular, donde despejó mal la cobertura toledana, Quiles cabeceó para Lucas, este abrió a la banda derecha con una semivolea, el 9 recogió el pase, vio la incorporación de Lebedenko y a este le dieron espacio y tiempo. Con la zurda, colocó el balón al palo largo y celebró su primera diana en España besándose el escudo del Deportivo, al que llegó desde Lugo en el mercado invernal.

El Talavera tuvo la opción de empatar antes del descanso, pero la pifió Escudero al conectar un balón en el área. 

El Deportivo de la segunda parte dio un paso atrás. Tuvo poco balón, aparecieron mínimamente Rubén Díez, Villares y Olabe. Un inicio prometedor para los locales, que percibieron señas de debilidad en los blanquiazules, esta vez de verde, y las intentaron explotar con un triple cambio de Pedro Díaz antes de la hora de encuentro. En los coruñeses, lo habitual. Inmovilismo. Los hinchas blanquiazules pedían a Yeremay en El Prado. En lugar de cambios, Cano daba una charla táctica a Lucas Pérez aprovechando uno de los numerosos parones del segundo acto.

El Deportivo pasó momentos de dificultad en el segundo periodo, pero salió indemne. En una falta lateral, como no, llegó uno de los sustos. Los blanquiazules necesitaban más pausa con el balón y dinamismo en el juego. Lo estaba monopolizando el Talavera, con los deportivistas achicando. 

Cano por fin movió banquillo para dar entrada al reclamado por la grada. Yeremay empezó por la derecha en lugar de Quiles y luego se pasó a la izquierda con la incorporación de Arturo. Lucas se situó entonces en la zurda. Faltaban diez minutos para cerrar el partido. 

El equipo coruñés tuvo esa maldad que le faltó muchas veces, la de aplicar el otro fútbol, que nunca gusta cuando recurre a él el contrario, pero que sirve para lograr objetivos. Echando la vista atrás al pasado reciente del Deportivo, bien podría haberse empleado el día de la final del playoff de ascenso con el Albacete o en Mallorca cuando el equipo defendía una renta de dos goles en la promoción hacia Primera División. Eso ya no tiene vuelta atrás, pero mirando adelante, el Deportivo parece ya adaptado a una categoría que toca abandonar después de tres años en ella. Después de haber fallado en Alcorcón, en San Fernando y en San Sebastián de los Reyes, por fin el Depor sumó su primer triunfo de 2023 a domicilio, aunque no cerró el debate