El Liceo, que gozó de los años de excelencia plena de Jordi Bargalló, sufrió hoy la Excelencia Gran Reserva de su excapitán, que impartió, a sus 43 años, una lección magistral que llegó a poner a los de Juan Copa casi contra las cuerdas.

Tras un 2 contra 1 que entre Dava y Roby no definieron, sí lo hizo unos pocos segundos después Pujadas, asistido por Bargalló. Aunque Carballeira tardó solo 20 segundos en empatar, el Noia ni se inmutó. Bargalló le reventó la cintura a Oruste y la escuadra derecha a Carles Grau. Y otra vez igualó el Liceo antes de un minuto. Adroher erró una directa pero aprovechó la superioridad para colocarse solo en medio del área, recibir de Marc Grau y fusilar a Roca.

El hermano del portero, muy protestón, vio una azul en el minuto 16. Falló la directa Bargalló, pero tras el rechace levantó la bola y dibujó una volea-globo que paró el tiempo. A continuación Alex Rodríguez desperdició un penalti.

Una pérdida en ataque dejó al Liceo descolocado, Bargalló profresó por la izquierda, levantó la redonda y la acomodó en la escuadra derecha de Carles con una elegancia suprema. Del museo al manual: Dava cortó por el área y perfiló una preciosa media vuelta que Roca ni vio cuando en el reloj había solo 63 segundos.

El Liceo jugó el primer minuto y medio de la segunda parte en inferioridad. Una vez recuperada la igualdad numética, tardó 42 segundos en voltear la tortilla, los que pasaron entre el centro de Dava que empaló Marc y el slalom de Di Benedetto que culinó con un tiro cruzado.

A partir de ahí, control de bola local, cuadro cerrado visitante (el Noia jugó el martes con prórroga y penaltis) y poco trabajo para los metas. Alex Rodríguez rompió la monotonía con un costa a costa maravilloso que culminó con el 6-4 a falta de 2:33.

Pere Varias vació la portería y sacó rédito de la superioridad: Costa remachó en el segundo palo con 82 segundos por jugar; 48 después, Adroher fallaba una directa para sentenciar. Y, por fortuna, ya no pasó nada más.