La puesta de largo de la nueva selección española diseñada por Luis de la Fuente presentará un retoque del estilo que impulsó el éxito, con una modificación del sistema y claves como mantener la personalidad con balón pero aumentando la verticalidad, eliminar el riesgo excesivo en el inicio de jugada con los pies del portero y aumentar la presencia en área rival para mejorar la pegada.
La semana de trabajo de Luis de la Fuente con los primeros elegidos para iniciar una nueva etapa en la selección española, ha estado marcada por el establecimiento de unas nuevas bases tácticas y evolución de un modelo con el objetivo de volver a acercar a España a los títulos.
Con el respeto al camino recorrido con Luis Enrique Martínez, aparece en escena De la Fuente, buen conocedor del modelo instalado en la selección, que lo ha inculcado a generaciones de futbolistas con los que ha logrado éxitos en las categorías inferiores. Asume el reto de adecuar el estilo a los tiempos actuales tras el estudio de aspectos a corregir.
El Mundial de Qatar mermó la confianza de Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y sus personas de confianza en Luis Enrique. Ausencias en la convocatoria que no se entendieron, presencia de jugadores bajo el foco de la duda que apenas aparecieron en el torneo o tuvieron poco brillo, la falta de un 'plan b' ante rivales encerrados en su terreno, la única presencia de un 9 en la figura de Álvaro Morata o la apuesta de un mediocentro como central indiscutible, Rodri, tras descartar especialistas en la posición fueron argumentos futbolísticos que jugaron contra del técnico asturiano.
Aspectos que impulsaron el cambio y la apuesta por un perfil de técnico antagónico. Del liderazgo que asumía Luis Enrique, ‘streamer’ en la fase final de un torneo para sorpresa de todos, a un técnico de cantera que entrega el protagonismo al jugador, cercano y muy valorado por el futbolista.
"Entiendo que es innegociable un modelo", aseguró De la Fuente en su puesta de largo en un cargo que ocupó de manera circunstancial un día de pandemia cuando la sub'21 se puso el traje de la absoluta, confinada tras el positivo de Sergio Busquets, en un amistoso ante Lituania. "Trato de incorporar conceptos y matices para enriquecer la gran base que tenemos en el fútbol español".
Y en eso ha trabajado desde el primer día el nuevo seleccionador, en "mejorar" y "adaptar" a España "a la evolución del fútbol", con retoques de estilo que pasan por un dominio desde una posesión más productiva, con la mente abierta a la incorporación de "transiciones más rápidas" y la búsqueda de "otros puntos de remate" con mayor variedad en perfiles de delanteros centros.
UN 4-2-3-1 CON RODRI AL MANDO Y GALONES PARA CEBALLOS
De partida, España pasará a jugar con un dibujo táctico 4-2-3-1 que en fase de ataque se convertirá en 4-1-4-1. Factores claves para Luis de la Fuente son centrales adelantados y contundentes ante la exposición al riesgo de contagolpe del rival; laterales de largo recorrido que cuando ataquen pasen a integrar la línea del centro del campo con el pivote que se quedará de ancla.
En el centro del campo la apuesta por un doble pivote de mucha movilidad que repartirá funciones. Uno hará de 'ancla' para realizar coberturas a compañeros, tapar espacios y dar órdenes, con Rodri Hernández como figura clave como heredero de un papel que realizaba Sergio Busquets durante los catorce últimos años; y otro con mayor libertad para incorporarse al ataque aportando superioridad. Libertad a ambos para el desplazamiento en largo para impulsar al rival a encerrarse en su terreno, como alternativa al toque en corto del que abusó España los últimos años.
La línea de tres jugadores que aparecerán a espaldas del 9 estará marcada por la movilidad. Con movimientos hacia dentro para dejar el carril libre a la subida de laterales con profundidad y con el objetivo de generar espacio gracias a la movilidad que saca rivales de su zona. Con el punta fijando centrales, un papel importante recaerá en Dani Ceballos en la aparición en zonas de peligro como mediapunta. A su vez, por su alta calidad técnica, ante la ausencia de Pedri, uno de los encargados de mantener vivo el estilo del éxito.
España seguirá siendo valiente en la presión, querrá robar el balón en campo contrario pero siendo más directa cuando tenga el balón. La consigna de Luis de la Fuente es aumentar la velocidad en la posesión y que el balón llegue a los jugadores de remate por donde aparecerán varios perfiles de goleadores según rivales.
Parte en ventaja Morata como 9 con la opción de Iago Aspas partiendo de la banda derecha del tridente, pero la 'amenaza' de Joselu Mato y Borja Iglesias como alternativas goleadoras cuando se quiera poblar con rematadores el área rival. Son la variedad de alternativas que aporta el nuevo seleccionador como uno de los principales puntos del cambio.
OYARZABAL, LA APUESTA DEL SELECCIONADOR
De la misma manera de la que actuó en las categorías inferiores de la selección, a De la Fuente le gusta dejar su sello en la elección de capitanes. Son figuras a las que concede máxima importancia, con los que mantiene una comunicación constante, dialoga sobre aspectos del juego como aquellos que se salen del terrenos de juego.
Respetada la tradición de que la capitanía recae sobre los que más partidos han disputado con la selección, con Morata, Rodri y Dani Carvajal tomando el relevo de Sergio Busquets, Jordi Alba y Koke, la apuesta de De la Fuente es Mikel Oyarzabal.
El delantero de la Real Sociedad, una de las grandes ausencias de España en el Mundial hace cuatro meses, es el elegido para cerrar el equipo de capitanes. Tenía por delante en número de partidos a Dani Olmo pero las vivencias del pasado juntos y el perfil del jugador han impulsado a De la Fuente a realizar su apuesta.