El Unionistas de Salamanca, rival del Deportivo en la última jornada de la liga regular, no es un club cualquiera, sino uno de los pocos equipos ‘románticos’ que quedan en el fútbol.
La entidad blanquinegra, una de las más modestas de la Primera RFEF, apuesta por un modelo de club popular, fundado y gestionado únicamente por sus socios, quienes han vuelto a dar una lección de amor por sus colores.
Con vistas a poder competir la próxima temporada en la Primera RFEF, el conjunto charro se ve en la obligación de sustituir el césped del estadio Reina Sofía, que es artificial en la actualidad, por otro de hierba natural.
Presidente
“Mantenemos ese romanticismo en el fútbol”, presume siempre Sandoval
“Dicha obra, cuya cuantía asciende a 300.000 euros, debe ser asumida en su totalidad por el club. Para acometer la financiación hemos decidido abrir una campaña de adelanto de las cuotas del carné de los próximos años”, anunció el club salmantino el domingo.
Para evitar tener que solicitar un préstamo, Unionistas propuso a sus socios tres alternativas para recaudar el dinero necesario para el cambio del césped del estadio: donaciones desde un mínimo de 50 euros, el adelanto de cuotas de socios a cinco años (1.500 euros) o diez (3.000 euros) y, por último, solicitar un crédito con el dinero que no se consiga con las dos primeras vías.
La respuesta de los aficionados del conjunto blanquinegro ha superado todas las expectativas y ayer el club anunciaba que en 48 horas ya habían recaudado 155.200 euros, más de la mitad del dinero necesario para acometer el cambio de césped del estadio Reina Sofía.
Apoyo
Los socios han adelantado el dinero del abono de los próximos cinco o diez años
“Somos un club diferente y que mantiene ese romanticismo en el fútbol. Aquí la gente es dueña del club y por eso lo siente mucho más adentro”, presumía el presidente del club charro, Miguel Ángel Sandoval, en una entrevista concedida a nuestro diario durante la presente temporada.
“Nuestro secreto es la ilusión y el trabajo por un sentimiento. Cuando desapareció la UD Salamanca, dimos un paso adelante para crear un club que perteneciera a sus socios, para que no volviera a pasar ese peligro de que desapareciera en el futuro porque lo comprara un grupo inversor. No es fácil encontrar clubes en la actualidad que mantengan esa idea de fútbol romántico”, presumía el dirigente blanquinegro.
El equipo salmantino fue una de las grandes sensaciones del pasado curso al acabar en el segundo puesto del Grupo 1-A de la Segunda B y ganarse una plaza en la Primera RFEF.
Y esta campaña, afronta la última jornada con opciones de meterse en el playoff.