La Mesa del Congreso, con los votos de PSOE y Sumar, decidió vetar este martes una serie de enmiendas que el Senado, dominado por el PP, había aprobado a la ley de desperdicio alimentario desoyendo el criterio de disconformidad del Gobierno. Esas enmiendas, entre ellas una para bajar el IVA de alimentos, iban a votarse este jueves y ahora han quedado fuera del pleno.
Este nuevo episodio en el enfrentamiento institucional que mantienen ambas Cámaras de mayoría política distinta empieza con la aprobación en el Senado de una serie de enmiendas a la mencionada ley que fueron impulsadas por el PP pese a que el Gobierno había intentado vetarlas alegando que altera su política presupuestaria.
Entre ellas figura una enmienda para aplicar tipos reducidos de IVA hasta el 31 de diciembre a las entregas, importaciones y adquisiciones de productos como el pan, los quesos, huevos, frutas, verduras, aceites y pastas.
En concreto, se propone un tipo del 2% del IVA a las entregas, importaciones y adquisiciones intracomunitarias de pan común, harinas panificables, quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales y aceites de oliva. Y un tipo del 7,5% del IVA a entregas, importaciones y adquisiciones intracomunitarias de aceites de semillas y pastas alimenticias.
El PP introdujo otras enmiendas en la Cámara Alta para rebajar las sanciones previstas y fijar un período de prescripción de las multas en función de si las sanciones son leves o graves. También se introdujeron medidas para que el Gobierno apruebe subastas de 1.200 megavatios de cogeneración para el sector del porcino.
Las enmiendas aprobadas por el Senado se remitieron al Congreso, que este jueves debe ratificar o no los cambios introducidos en la Cámara Alta, y la Mesa que preside la socialista Francina Armengol decidió vetar motu proprio todas las enmiendas que contaban con un escrito de disconformidad del Gobierno, saltándose así la decisión autónoma del órgano que preside el popular Pedro Rollán de no aceptar esos vetos.
Fuentes del Congreso sostuvieron que esas enmiendas ya fueron vetadas por el Gobierno en su tramitación inicial, con la aceptación de la Cámara Baja, y entienden que esa disconformidad se mantiene durante toda la tramitación parlamentaria.
Así las cosas, en principio esas enmiendas quedarán fuera del pleno del Congreso, que solo votará aquellas que contaran con el visto bueno del Ejecutivo.
Para el PP, este veto es “algo que no se había hecho nunca en la historia democrática”, y sostuvo que esta corrección al Senado se llevó a cabo con la opinión contraria de los servicios jurídicos del Congreso.
“Esas enmiendas se suprimirán por deseo del Gobierno y con el acatamiento de la presidenta del Congreso –afirmó el portavoz del PP, Miguel Tellado–. Esta es una democracia secuestrada y la secuestradora se llama Francina Armengol”.