El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó este martes dos décimas las estimaciones de crecimiento de España para este 2024 y las situó en el 1,5 %, aunque el país sigue siendo la economía más sólida de la eurozona, que crecerá sólo el 0,9%.
La cifra es ligeramente inferior a la última estimación del Banco de España, que señala que la economía crecerá el 1,6 % este 2024 y el 1,9 % en 2025.
El organismo dirigido por Kristalina Georgieva estima que la economía de España crecerá en 2025 el 2,1 %, la misma estimación de octubre, cuando se publicaron los anteriores datos. Todo ello después de que el país creciera en 2023 el 2,5 %.
Aún así, España sigue siendo, de las cuatro economías más fuertes de la zona euro, la que mejores cifras registra.
De media, la región crecerá el 0,9 % (tres décimas menos de lo estimado) en 2024 y el 1,7 % en 2025 (una décima menos).
Unas cifras que están muy por debajo de las previsiones del crecimiento global, que el FMI elevó hoy dos décimas, hasta el 3,1 % este 2024 y el 3,2 % en 2025.
Y es que aunque hubo “un crecimiento resiliente” en las principales economías y “más fuerte de lo esperado” en la segunda mitad de 2023 en países como Estados Unidos, “el impulso creciente no se dejó sentir en todas partes, con un crecimiento notablemente moderado en la zona del euro”.
“Esto refleja la débil confianza de los consumidores, los efectos persistentes de los altos precios de la energía y debilidades en inversiones manufactureras y empresariales sensibles a los tipos de interés”, apunta el fondo en su último informe de perspectivas económicas (WEO, en inglés) publicado hoy.
Aún así, la cifra del 0,9 % es superior al 0,5 % registrado en 2023, cuando la región sufrió “una exposición relativamente alta a la guerra en Ucrania”.
“Se espera que la recuperación se impulse si el impacto en los precios de la energía disminuye y la inflación baja”, señala el WEO.
Por países, Alemania, que en 2023 decreció el 0,3 %, crecerá este 2024 el 0,5 %, cuatro décimas menos de lo pronosticado, y en 2025 el 1,6 %, cuatro décimas menos.
Francia crecerá el 1 % este 2024, una décima más que en 2023 y tres menos de lo estimado en octubre. En 2025 crecerá el 1,7 %, una décima menos de lo anticipado.
Italia, crecerá el 0,7 %, la misma cifra que este año y que lo estimado previamente. En 2025 crecerá el 1,1 %, una décima más de lo calculado.
En opinión de la subdirectora del Departamento de Investigación del Fondo, Petya Koeva, el empeoramiento de las previsiones para las cuatro grandes economías de la eurozona se debe también “al impacto del ajuste monetario que está en curso”.
“Esperamos que el impacto de eso en el PIB alcance su punto máximo en el primer trimestre de 2024. Pero después de eso veremos, a medida que la inflación baja, que el crecimiento repuntará”, apuntó a EFE en una entrevista.
Se espera que las economías avanzadas experimenten una desinflación rápida y que en 2024 el Índice de Precios al Consumo (IPC) suba el 2,6 % (cuatro décimas menos de lo estimado en octubre) y el 2 % en 2025 (dos décimas menos), la cifra objetivo que se han puesto bancos centrales como la Reserva Federal (Fed) estadounidense.
Esto permitirá que las tasas de interés del Banco Central Europeo disminuirán gradualmente a partir de la segunda mitad de 2024.
En España, señala Koeva, también se espera que “la inflación caiga gradualmente” y “parte de eso se debe a los menores precios de la energía, así como a la extensión parcial de las medidas de apoyo energético”.
La decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez de prolongar algunas medidas sociales de apoyo que se implementaron en la pandemia hará, sin embargo, que el Gobierno tenga “más difícil lograr” sus objetivos de reducción de la deuda pública, explica Koeva.
“Ahora es el momento en que la consolidación fiscal realmente debería comenzar con seriedad para hacer frente a los altos niveles de deuda que hemos visto en muchos países”, afirma